BILBAO - El pulso entre los trabajadores y la dirección de la empresa Araluce de Igorre vivió ayer sus mayores momentos de tensión tras anunciar el administrador encargado de la liquidación de la compañía el “cierre patronal” de la fábrica de troqueles hasta que la plantilla desconvoque los paros que realizan varios días a la semana de 13.00 a 15.00 horas y se comprometa a “finalizar los trabajos pendientes”.
Batz -englobada dentro de la Corporación Mondragon- confirmó hace unas semanas su intención de cerrar la planta de Arratia Nerbioi. La cooperativa adquirió la compañía en noviembre de 2016 para ampliar su división de fabricación de troqueles destinados a la industria del automóvil. La nueva dirección asegura que la crisis del sector ha hecho inviable la apuesta y quiere liquidar Araluce antes de final de año, lo que supondría el despido de las 141 personas que componen la plantilla.
A raíz de esa decisión, los sindicatos, entre otras soluciones, han planteado aplazar el cierre para favorecer la llegada de inversores o buscar acomodo a los trabajadores en otras compañías de la cooperativa -Batz tiene otra troquelería en Igorre-, pero la dirección ha rechazado esas opciones y el enfrentamiento ha ido en aumento hasta que el conflicto estalló definitivamente ayer.
Según denunció ELA en declaraciones a DEIA, los cinco trabajadores del turno de noche fueron obligados a abandonar las instalaciones en torno a las 1.30 horas por un “abogado liquidador”, acompañado de tres personas “encapuchadas” y agentes de la Ertzaintza.
Los empleados se pusieron en contacto con el comité de empresa y se quedaron en las inmediaciones de la compañía. Otros compañeros fueron llegando gradualmente, a medida que conocían la situación, y un centenar de personas terminó concentrándose a las puertas de la fábrica, frente al cordón policial que impedía la entrada en las instalaciones. Durante toda la mañana se produjeron momentos de gran tensión y algunos empleados no pudieron evitar las lágrimas ante lo que parece un paso irreversible hacia la pérdida de su puesto.
El jueves por la tarde la dirección y el comité se habían reunido por espacio de cinco horas sin que hubiera acercamiento de posturas, y los trabajadores, que no han cobrado la nómina de octubre, consideran que la decisión de cerrar la empresa es una medida de presión para que acepten la hoja de ruta que lleva al cierre de la compañía.
la postura de la empresa El liquidador remitió por la mañana una carta a los trabajadores en la que les explicó que la dirección había decidido “proceder al cierre patronal” de la fábrica debido a la “situación de huelga y las irregularidades colectivas que se están produciendo en la compañía”.
Además, les anunció que la medida “se limitará al tiempo estrictamente necesario hasta el restablecimiento de las condiciones normales de trabajo”. Durante ese tiempo, los contratos permanecerán suspendidos, por lo que la plantilla “no deberá acudir a su puesto de trabajo”.
Fuentes del grupo Batz aclararon a Europa Press que, desde que anunciaron la disolución de la empresa, los empleados “se han negado a acabar los trabajos pendientes y a entregar los ya finalizados”, lo que “pone en riesgo su viabilidad”.
Por ello, exigieron a los trabajadores que se comprometan a acabar los pedidos para levantar el cierre temporal. Además, los responsables de Batz aseguraron que en la reunión del jueves plantearon la posibilidad de aplazar la liquidación hasta el primer trimestre del próximo año para que la plantilla busque inversores alternativos u otras opciones. Una de ellas, sería, según la cooperativa, que los empleados se hicieran cargo de la fábrica de forma temporal y sin coste hasta que encuentren un comprador y en ese periodo Batz les subcontrataría algunos trabajos.
Los sindicatos no aceptaron esos planteamientos y la respuesta fue el cierre temporal. De forma paralela, la compañía asegura que intentó llevarse un troquel ya finalizado para entregárselo al cliente. Los trabajadores se lo impidieron, porque lo interpretaron como un intento de “desmantelar y cerrar las instalaciones de manera irregular”. El pulso continuará los próximos días.