BILBAO - El actual consejero delegado de Euskaltel, Jose Miguel García, pasará mañana el primer examen de su gestión pues el operador vasco de telefonía tiene previsto comunicar los resultados del tercer trimestre el martes tras el cierre de los mercados bursátiles. Dicha comunicación se verá explicada en profundidad el miércoles ante los analistas financieros. Pero para ello el consejo de administración tendrá que dar previamente el visto bueno a las cuentas en plena fase de búsqueda de un nuevo presidente para la compañía tras confirmar el actual titular Alberto García Erauzkin que no se presentará a la reelección de cara a 2020.

Aunque José Miguel García ya estaba formalmente en la empresa en el trimestre precedente es en este en el que se tienen que empezar a ver resultados de las decisiones adoptadas siguiendo la óptica cortoplacista que siguen accionistas como el actual primer inversor de Euskaltel, el fondo británico Zegona titular del 21% de las acciones.

Como se recordará el grupo Euskaltel cerró el primer semestre del año con un beneficio neto de 23 millones de euros lo que suponía un descenso del 20,5%, respecto a igual periodo del año anterior, y unos ingresos de 342,8 millones, un 1,86% menos. Los resultados de mañana tendrán que confirmar si el nuevo equipo directivo ha conseguido consolidar el cambio de tendencia ya apuntado en el segundo trimestre del año, un hecho que se verá contrastado por los inversores en Bolsa.

En la actualidad, las acciones del operador vasco de telefonía que engloba a Euskaltel, R y Telecable cotizan a 8,2 euros, por debajo de las expectativas que han dejado entrever en Zegona. Los 1.470 millones de euros que capitaliza están lejos de los 2.905 millones de su inmediato competidor en el ranking, la también operadora vasca Más Móvil. La labor del equipo de José Miguel García se ha centrado en reducir costes integrando las tres estructuras de Euskaltel, R y Telecable, en una sola, y preparar su expansión en el mercado español.

Lo primero ya lo ha hecho pero el problema es cómo abordar una expansión que se quiere rápida en el Estado cuando las previsiones apuntan a una desaceleración del crecimiento económico para los dos próximos años.

José Miguel García tiene que aclarar si en España, el grupo Euskaltel va a crecer con una de sus marcas propias o con la de Virgin, una enseña conocida pero cuyo uso tendría un coste mayor.

En todo caso, una expansión rápida precisaría de unos recursos financieros importantes y para ello se aventuró, desde Zegona, la posibilidad de vender las redes de Euskaltel, algo que, por sus orígenes con fondos públicos, ha levantado ampollas y que, además, en el caso de Galicia no es sencillo porque R no es propietaria de toda la red de fibra óptica, de hecho un 15% pertenece a Lyntia, empresa controlada por el fondo Antil, a la que paga un alquiler anual por el uso de la red troncal que une a las principales ciudades gallegas

Euskaltel, fruto de las adquisiciones realizadas, arrastra un endeudamiento importante de nada menos que 1.526 millones de euros al cierre del primer semestre, 4,3 veces el ebitda, un hecho que le hace plantearse ahora una expansión menos acelerada

Otra opción sería crecer en España mediante la adquisición de otros operadores móviles virtuales de telefonía, como ha hecho Más Móvil con Lebara. El problema es que no quedan muchos de un cierto tamaño.

Uno podría ser Digi, una firma que se inició de la mano de los emigrantes rumanos en España, pero que cuenta con más de 1,5 millones de líneas de móviles. Digi factura cuatro veces menos que Euskaltel y sus clientes tienen un consumo 12 veces inferior pero tiene una presencia alta en Madrid. Además Digi utiliza la red de Telefónica Movistar y no la de Orange como Euskaltel. En todo caso se constata que no va ser fácil entrar en el mercado español de manera acelerada sin llegar a una guerra de precios y solo por la vía de una mayor calidad de servicio como defiende Euskaltel cuando tanto el 5G que está a la vuelta de la esquina como la fibra óptica FTTH que está llegando masivamente a las casas, en manos de otros operadores, van a cambiar muchas cosas en el sector.