BILBAO - El Gobierno prevé que la presión fiscal en España aumente en cuatro décimas el próximo año, pasando del 39,3% al 39,6%, su récord histórico, y un impacto presupuestario de las medidas de ingreso adoptadas y previstas de 1.192 millones este año y 1.451 millones el próximo, mientras que el gasto público se mantendrá en el 41,3% del PIB el siguiente ejercicio.

Así figura en el Plan Presupuestario de 2020 remitido por el Gobierno español a la Comisión Europea, en el que indica que la ratio de ingresos públicos sobre PIB se elevará desde el 39,3% de este año al 39,6% del PIB en 2020, hasta los 512.032 millones de euros, y una ratio de gasto que se mantendría en el 41,3% del PIB, hasta los 516.323 millones de euros.

No obstante, descontando las rentas de la propiedad y otros ingresos, la presión fiscal se elevará del 35,8% del PIB este año al 36,1% del PIB el próximo ejercicio, lo que supone que particulares y empresas pagarán alrededor de 3.000 millones de euros más vía impuestos y cotizaciones al Estado.

En cualquier caso, las previsiones de ingresos y gastos se sitúan por encima de las estimaciones de la Comisión Europea, que augura unos ingresos del 38,9% del PIB este año y el próximo, y uno gasto total del 41,2% y el 41% del PIB, respectivamente.

Así, el Ejecutivo prevé un déficit del 2% este año, frente al 2,3% que augura Bruselas, mientras que para 2020 estima un desajuste del 1,7% en un escenario inercial, a falta de una actualización del Plan presupuestario con nuevas medidas fiscales, frente al 2% que pronostica la Comisión.

En el plan presupuestario remitido a Bruselas el Gobierno ha empeorado también sus previsiones sobre la ratio de deuda pública sobre PIB, ya que ahora pronostica una ratio del 95,9% del PIB este año, una décima más que en abril, y otra del 94,6% el próximo año, seis décimas más que hace unos meses. - E. Press