Gasteiz - Las administraciones vascas pidieron ayer a Europa que les levante el límite de gasto y que les permita invertir “en el tejido productivo y en las personas” el excedente de recaudación que lograrán este año. Ese fue el mensaje que lanzó ayer el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, al término del Consejo Vasco de Finanzas (CVF) en el que se constató que Euskadi cerrará este año con un nuevo récord de recaudación, el tercero consecutivo, y que el próximo curso se superará otra vez el listón.

El Producto Interior Bruto se enfría, pero no llega todavía el invierno, sino un otoño más o menos templado. Un clima en definitiva favorable que permitirá que la economía siga creciendo y generando ingresos en las diputaciones y el Gobierno vasco. La vaca sigue dando leche y Euskadi quiere destinarla a suavizar las curvas que vienen.

La crudeza de la última crisis es una valla muy alta y todas las cautelas son pocas. Por eso el Ejecutivo de Lakua y las diputaciones quieren destinar la nata que está en la superficie, los excedentes, a alimentar la economía. Sin embargo, tiene un techo de gasto que no se puede romper. El ejemplo vizcaino es muy significativo.

Si se aplica estrictamente la regla que impone Bruselas, el presupuesto de Bizkaia solo puede subir un 2,9% su presupuesto, pero el nuevo récord de recaudación el margen hasta el 3,5% e incluso se podría sacar más jugo al crecimiento de ingresos.

En un contexto en el que las administraciones vascas son campeonas de Europa de la disciplina presupuestaria, con un endeudamiento del 20% del PIB frente a los porcentajes que rondan el 100% en España o el 60% en Alemania, Euskadi cuenta con un colchón de inversión que cotiza como oro en el actual contexto de desaceleración.

“Se le pide a Alemania que invierta en su economía, a Euskadi no se le pide lo mismo porque no se acuerdan de nosotros, pero la situación es mejor”, subrayó el consejero de Finanzas y Hacienda, Pedro Azpiazu, en la rueda de prensa posterior al Consejo Vasco de Finanzas.

Este llamamiento, que también hicieron suyo los otros dos diputados generales, Ramiro González (Araba) y Markel Olano (Gipuzkoa) fue la nota fuera de tono de la segunda reunión anual del CVF, la más importante porque sienta las bases de la elaboración de los presupuestos del Gobierno vasco, las diputaciones y los ayuntamientos.

récord de recaudación Lo hacen a través de las previsiones de recaudación de las haciendas forales y en ese pentagrama la música sigue sonando afinada. De este modo, Euskadi superará este año por primera vez los 15.000 millones de euros. En concreto, las diputaciones ingresarán 15.386 millones, 404 más que en 2018 y, lo que es más importante, casi 121 más de lo inicialmente calculado.

Cifras récord sustentadas en el incremento del número de trabajadores y en las retenciones practicadas mes a mes en sus nóminas, ya que el IVA tendrá un crecimiento más discreto y el Impuesto de Sociedades bajará de nuevo el próximo año por la reducción gradual de los tipos aprobada el año pasado. Son en general números que ensordecen el eco de los tambores de desaceleración, sobre todo porque para el próximo año se anuncia un nuevo récord con casi 15.800 millones de euros de recaudación.

Esa cifra será el punto de partida del diseño de los Presupuestos de todas las administraciones vascas, desde los ayuntamientos, presentes en la reunión a través de Eudel, con el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, como portavoz, al Gobierno vasco pasando por las diputaciones.

De ahí que el mensaje que se quiso trasladar en la rueda de prensa posterior al Consejo de Finanzas se centrara en pedir mayor margen para atender las necesidades de los ciudadanos y las empresas. Hay fondos para hacer una política expansiva, pero el corsé de las reglas de gasto marcadas desde Europa reduce la capacidad de maniobra.

El diputado general de Bizkaia afirmó que la contención presupuestaria “limita” y está “suponiendo un freno”, ya que en el caso de Bizkaia, le impedirá contar en dos años con en torno a 60 millones para “hacer cosas por el territorio”.

Según añadió el consejero de Hacienda la regla de gasto impide que el excedente de recaudación vaya a reflejarse en la misma medida en los presupuestos para 2020, a pesar de que “hay dinero, tampoco como parar tirarlo, pero sí el justo para hacer unos buenos presupuestos”. Por ello Azpiazu abrió oficialmente el melón de la negociación presupuestaria y pidió a los partidos de la oposición voluntad para alcanzar acuerdos.