BILBAO. La Fundación BBK trabaja por y para Bizkaia, apostando por la cultura, el empleo y el bienestar del territorio. Para conseguirlo, se han apoyado en la innovación, entendiéndola como la esencia de su funcionamiento, motivo por el cual ha sido galardonada en la presente edición de los Vodafone Deia Innovation Sariak 2019.

¿Cómo aplican la innovación en la gestión económica de la entidad?

-En todos los ámbitos. Partiendo de una gestión muy digitalizada, en la que las personas que forman BBK han podido optimizar el tiempo y desarrollar al máximo su capacidad intelectual, hasta herramientas para que los proyectos de Obra Social se miren y además se indexen buscando la maximización del impacto social. Hemos creado herramientas para medir nuestra participadas desde una perspectiva innovadora; una política de gobierno corporativo adaptada a los nuevos tiempos, fácil de entender, donde el compliance tiene un papel clave. Nuestro patronato está compuesto por perfiles profesionales muy cualificados, muy representativos de la sociedad vizcaina y nos regimos por un protocolo de gestión que regula nuestra relación con nuestra principal participada, Kutxabank, que vela por darle una absoluta independencia en la gestión. También destacaría nuestra política de inversiones, que apuesta por vectores de futuro. Buscamos apostar hoy para obtener resultados mañana.

¿Por qué cree que son merecedores de tal galardón?

-Sinceramente, creo que sería muy presuntuoso por mi parte responder eso, entiendo que ha sido una tarea que ha correspondido al jurado y me siento muy halagado por ello. Desde la humildad, creo que responde al trabajo de un equipo profesional que hemos creado apostando por la innovación y por una visión de futuro. Cuando me refiero a la innovación, lo hago pensando en la esencia de la fundación bancaria. En el momento de nuestra transformación bancaria, hace cinco años, todo el mundo daba por hecho que íbamos a continuar haciendo la Obra Social con los dividendos de Kutxabank, como se hacía hasta la fecha. Sin embargo, decidimos pararnos a pensar y apostamos por dar un paso más, que suponía innovar desde el principio, ya que también debíamos velar por la buena gestión de nuestros fondos y de nuestro patrimonio. Para ello, recuperamos la esencia del triángulo existente en el origen de la propia entidad, clave en su desarrollo y progreso a lo largo de la historia: la protección del negocio bancario, la obra social y las participaciones industriales. Creamos un equipo centrado en la intelectualidad, no en tareas mecánicas, profesional y capaz que ha puesto en marcha una política innovadora capaz de generar suficientes ingresos y de permitir una diversificación. Apostamos por la innovación también en nuestra política de inversiones, que además garantizaba la sostenibilidad de nuestra Obra Social. Todo ello, teniendo en cuenta la visión de futuro que he mencionado con anterioridad. En BBK no trabajamos pensando en el corto, sino más bien en el medio y largo plazo, trabajamos pensando en qué vamos a dejar para los que vengan después de nosotros y nosotras. Creo sinceramente que acertamos con la apuesta.

¿Cuál es su valoración sobre los Vodafone DEIA Innovation Sariak?

-Siempre es bueno reconocer el trabajo de las organizaciones que llevan como bandera la innovación en sus valores. La sociedad necesita modelos ejemplarizantes para que otros sigan este camino de innovación que es el único que conozco para cimentar un progreso social continuo. Poner nombre y apellidos a profesionales o instituciones que trabajan desde la innovación y para la innovación, es poner el foco en que, efectivamente, la innovación ha de ponerse en primera línea, ya que es el único camino para ganarse el futuro.

Hay datos de ello.

Según fuentes que manejamos en nuestro departamento de estudios, más del 65% de empresas de Bizkaia reconoce haber realizado alguna actividad innovadora en los cuatro últimos años, de forma continua o intermitentemente, calificando como muy positivo el resultado obtenido en más del 80% de los casos. Adicionalmente, prácticamente una de cada cinco empresas vascas cuentan ya con profesionales exclusivamente dedicados a la I+D+i y/o a la gestión de conocimiento en sus diferentes área.

¿La empresa vasca es innovadora?

-Sin duda. Como sabéis, Euskadi se encuentra en la zona de territorios calificados como de ‘alta innovación’, según el Regional Innovation Scoreborard (RIS) que elabora la Comisión Europea. Sin ir más lejos Bilbao se encuentra entre las 500 Sciences Cities del Nature Index 2018. La innovación es uno de los pilares para construir una sociedad con futuro. En un mundo cada vez más competitivo y globalizado, la innovación emerge como mecanismo de adaptación y de ruptura de los límites del conocimiento de mercado, para convertirlos en ventajas competitivas empresariales. Además, es una tradición vasca. Como país pequeño dentro de Europa hemos tenido que reinventarnos una y otra vez a lo largo de la historia.

¿Está trabajando Euskadi en materia innovadora?

-Me parece que el curriculum de las empresas que durante estos años han recibido este reconocimiento ofrece una fotografía bastante real del enorme potencial que tienen las empresas vascas. Podían estar muchas otras, pero, sin duda, es una buena representación de la innovación hecha en Euskadi.

El tejido empresarial vasco encara el futuro bajo la firme apuesta por la innovación como herramienta clave para el crecimiento económico del país. En su opinión, ¿cree que es el camino adecuado a seguir?

-Sí y además creo que es un camino sin retorno. La innovación debe ser piedra angular de cualquier organización que quiera impactar en la sociedad en forma de empleo, de progreso, de futuro? Una sociedad avanzada como la vasca, enmarcada en un entorno globalizado, pese a los vaivenes proteccionistas actuales, solo tiene una opción si quiere seguir siendo competitiva: hacer frente a los grandes desafíos actuales. Y uno de estos retos cruciales es la innovación.

¿Cuál es la cultura innovadora vasca?

-En el actual marco mundial de globalización y competitividad, la necesidad de incorporar innovación en productos y procesos de forma sistemática y continua parece ser una de las claves de la supervivencia. Debemos entender la globalización como una oportunidad para observar un sector / reto de futuro a nivel mundial, e identificar nichos en los que posicionar a Bizkaia como referente mundial. Es una gran oportunidad para aprovecharnos de la ventana de venta que nos ofrece el mundo entero. Dado nuestro tamaño, nuestras capacidades y nuestros recursos, es posible que no seamos capaces de conseguir replicar un nuevo caso Facebook, Google. Pero si tenemos que ser capaces de identificar cuáles son los segmentos de futuro, y posicionarnos, aunque sea en partes micros de esos segmentos de futuro, dirigiendo nuestro talento, esfuerzos y recursos hacia ellos, porque nos ofrecen una ventana enorme de venta potencial. Y en este sentido, la inversión en I+D+i y una continua apuesta por ésta, resultan claves. Seguramente, no acertaremos en todas las apuestas que realicemos, pero debemos apostar sin pensar en el retorno a corto plazo y apoyar esas fases de fallidos.