bilbao - Se abre un nuevo frente para la negociación colectiva de Euskadi. La patronal española de restauración Feadrs (Federación Española de Asociaciones Dedicadas a la Restauración Social) ha iniciado los trámites para impugnar el acuerdo interprofesional firmado en enero de 2017, con lo que vuelve a poner en jaque la primacía de los convenios firmados en la CAV respecto al marco estatal. Las alarmas se han encendido entre los agentes sociales vascos, que temen que esta vez la asociación empresarial española esté dispuesta a llegar hasta el final para tumbar el más importante y prácticamente único gran consenso en el ámbito sociolaboral vasco en los últimos años.

Esta es una pelea que Feadrs ya inició el año pasado, aunque finalmente optó por retirar su demanda tras recibir una fuerte presión desde el ámbito sindical, político e institucional -el propio Parlamento Vasco solicitó a la asociación empresarial que diera un paso atrás-. En esta ocasión ha convocado un acto de conciliación en el Preco, el órgano de resolución de conflictos laborales, a raíz de la apertura desde el ámbito sindical de una mesa negociadora para las colectividades -comedores de colegios y hospitales privados- de la CAV. Dicho acto en el Preco, en el que Feadrs volvió a pedir la nulidad y la no aplicación del acuerdo interprofesional vasco, es el primer trámite necesario para interponer una demanda judicial, que en todo caso esta patronal aun no ha confirmado.

Al margen de que la sangre llegue o no al río, de fondo sigue latiendo la disputa entre los marcos laborales de ámbito estatal y los acuerdos firmados en Euskadi, especialmente virulenta en el caso de los comedores privados.

grupos de presión Según denuncia ELA, grandes grupos de catering como Sodexo, Serunion, Eurest o Aramark están aplicando en los comedores vascos las condiciones de trabajo del convenio estatal de restauración colectiva. Y eso a pesar del arreglo alcanzado el año pasado con los sindicatos para cubrir a estos trabajadores con los convenios vascos de hostelería.

La iniciativa de abrir un ámbito de negociación para los comedores vascos responde precisamente a la falta de un convenio específico para estos trabajadores, unos 3.000, que habitualmente son incluidos en el marco de la hostelería. Entre los propios sindicatos hay diferentes planteamientos, puesto que mientras CC.OO. propone firmar un convenio para la hostelería de toda la CAV que resuelva las diferencias entre herrialdes, desde ELA se plantea un convenio vasco solo para las colectividades.

Según explica Pello Igeregi, responsable de negociación colectiva del primer sindicato vasco, el problema está en que el acuerdo estatal de restauración impide abrir ámbitos de negociación territoriales sin la autorización de los firmantes. Esta cláusula, a la que se agarra Feadrs para defender la aplicación del convenio estatal en los comedores vascos, está amparada por la reforma de la negociación colectiva que aprobó el gobierno de Zapatero en 2010.

Es un mecanismo de prevalencia en favor del convenio estatal que tiene el interés inverso al que busca el acuerdo interprofesional vasco de 2017, de ahí que Feadrs esté buscando su anulación. “En la práctica hay empresas de restauración que ya están aplicando el convenio estatal. Muchas están subcontratadas por el sector público y por tanto son dependientes del Gobierno vasco, que tiene que mostrar una postura contundente contra la estatalización y las condiciones de miseria”, dice Igeregi.

Según ELA, Feadrs es “la punta de lanza” en una estrategia para llevar la negociación colectiva a Madrid. “Cuando firmamos aquí con una patronal se cumple lo que se firma. Eso es posible por el acuerdo interprofesional de 2017”, señala Igeregi, que reprocha a CC.OO. y UGT que hayan firmado el convenio estatal de restauración. “En teoría defienden que haya convenios aquí, pero en la práctica su posición es otra”.

Garbiñe Espejo, de Comisiones Oberas Euskadi, dice que su sindicato “defenderá siempre” el acuerdo interprofesional, del que “fuimos impulsores a través del diálogo social”.