BILBAO. El modelo vasco de EPSV (Entidades de Previsión Social Voluntaria), un sistema de ahorro para la jubilación bonificado fiscalmente, está generando interés en todo el Estado ante los problemas de financiación que sufre la Seguridad Social. El presidente de la federación que agrupa a estas entidades, Ignacio Etxebarria, mantiene contactos con partidos, agentes sociales y administraciones, además de realizar charlas públicas para promover este modelo como la organizada este viernes en la Sociedad Bilbaina por el Grupo Vasco del Club de Roma.

Ustedes tienen claro que el modelo vasco de EPSV tiene mucho que decir ante la crisis económica que vive la Seguridad Social.

-No planteamos sustituir a la pensión pública, que quede claro. Se habla de muchas propuestas para hacer sostenible el sistema público de pensiones pero no se están materializando tantas, y con la situación política que hay... El último Gobierno del PP planteó una serie de medidas para contener el gasto. Eso va a llevar a que la tasa de sustitución, es decir, lo que supone la pensión respecto al último salario, sea cada vez menor. Ahora estaremos en algo más del 80% del último salario para carreras continuas de 35 años. Eso va a ir bajando hasta el nivel de Europa, donde la media no llega al 60%.

¿Es inevitable el recorte?

-Tal y como está la situación, y a no ser que se opte por medidas de otro tipo como, básicamente, financiar el sistema vía impuestos, la tasa de sustitución va a ir bajando.

Pedro Sánchez activó algunas ‘minirreformas’ enfocadas a aumentar los ingresos del sistema vía cotizaciones. ¿Confía en un gran acuerdo progresista para hacer viables las pensiones?

-El Pacto de Toledo estuvo cerca de llegar a un acuerdo pero no llegó a concretarse. A ver, que la gente va a cobrar una pensión pública está fuera de toda duda. El problema es cuánto y si eso es suficiente o no. Nadie se paga su pensión con lo que cotiza. Nadie es autosuficiente, precisamente por la esperanza de vida. En 1920 en Alemania se daba la jubilación a los 65 años, solo un tercio de la población llegaba a esa edad. Ahora nos morimos a los 88 y seguimos dando la jubilación a los 65.

No es una lectura que encaje con las reivindicaciones del movimiento de pensionistas.

-Eso no es una lectura, es un dato.

Tampoco la baja natalidad ayuda.

-Claro, hasta ahora cada vez había más gente trabajando. Es decir, se jubilaban 100 y entraban al mercado laboral 120. Para que haya más gente trabajando primero hace falta gente. Para que el sistema cuadre tiene que haber más de dos cotizantes por pensionistas, y en Euskadi estamos en 1,8. En primer lugar es un problema de demografía. Además, la reforma laboral y la crisis han reducido los salarios, lo que agrava el problema.

¿Cuál es la solución?

-La tendencia en Europa es a que la pensión pública llegue a menos cuantía pero se universaliza, es decir, llega a más gente. De forma paralela hay un sistema de pensiones de capitalización de forma que cobras lo que generas con tu ahorro. Eso se hace vía negociación colectiva. Se incorpora en los convenios con normativa fiscal que favorece el ahorro.

Se parece mucho a la fórmula de las EPSV vascas.

-En Euskadi sí tenemos una previsión implantada, eso sí, de forma desigual, ya que hay mayor número en Gipuzkoa. El Gobierno vasco está elaborando un plan para llegar a un 70% de personas cubiertas, en el que calcula que para conseguir un 20% del último salario haría falta cotizar a una EPSV durante 40 años un 6% del salario, es decir, un 3% a cargo del trabajador y la otra mitad a cuenta de la empresa. Es una cifra importante, no se puede implantar de golpe.

El objetivo sería alcanzar un complemento del 20% del sueldo.

-Claro, cuando se nos acusa de querer acabar con las pensiones públicas decimos, pero vamos a ver, si a través de una EPSV se puede llegar como mucho a un 20% del sueldo, y para eso hacen falta 40 años. Casi nadie está cotizando a una entidad de previsión toda su vida laboral.

¿Qué medidas reclaman a la administración y a las empresas?

-Lo ideal sería tomar medidas ya para que, a medida que la pensión pública vayan cayendo, la cobertura de la EPSV vaya subiendo. Planteamos que esto se haga a través de la negociación colectiva, porque si eso va al convenio ya es de aplicación obligatoria para todos los trabajadores. La empresa tiene que entender que es bueno porque mejora la situación ante posibles regulaciones de empleo o planes de prejubilación. Al final hay un interés general, porque una mejor pensión supone un mayor consumo, menos demanda a la administración y en definitiva mayor calidad de vida.

El problema es que la situación económica de muchas empresas no está para alegrías. Además, la negociación colectiva sigue muy parada.

-Empresarios y sindicatos deben ser conscientes de que en el tema de las pensiones hay que tomar decisiones estables en el tiempo. Es importante que ambas partes se mentalicen de que al menos hay que hablarlo. Si ese año no hay pues no hay, pero sí pedimos que sea un tema obligatorio de tratar cuando se negocia el convenio, al menos hablarlo. Si se incluye la aportación luego la gente lo da por hecho y cuenta con ello. Luego podemos discutir cada año el porcentaje según la situación de la empresa.

Es difícil mentalizar a un trabajador joven que no llega a mil euros de que tiene que ahorrar una parte para cuando cumpla 65 ó 67 años.

-Pero aunque pongas 30 euros al mes, al cabo de 35 años es dinero. Mejor empezar pronto y aportar poco que pretender hacerlo todo cuando te quedan diez años para jubilarte.

El patrimonio global de las EPSV bajó el año pasado por la escasa rentabilidad. ¿Le preocupa?

-Si entras a una EPSV con 35 el proyecto es recoger los frutos dentro 25 años. Creo que un año dentro de un periodo de 25 no es significativo. La rentabilidad media de las EPSV, para carreras de más de 15 años, supera al IPC. Es verdad que ahora tal y como están las cosas es complicado sacar una rentabilidad. Hay bancos que están cobrando por los depósitos.

¿Cree que el modelo vasco de EPSV se exportará al resto del Estado?

-Las EPSV suponen el 31% del PIB de la CAV, mientras que en el Estado los planes de pensiones son menos del 9%. Aquí hay más tradición, hay cultura ahorradora. Creo que el Estado tiene que definir primero el modelo de pensión pública que quiere. En ese sentido, pensión pública va a haber, no hay que ser agorero. Si bajamos todas las pensiones a la mitad el sistema es viable, seguro. La cuestión es definir hasta dónde queremos llegar.

¿Qué opina de la petición de una pensión mínima de 1.080 euros?

-Tenemos que ser serios. ¿De qué estamos hablando? ¿De una pensión mínima para quienes han cotizado 35 años, para quienes han cotizado 15 o para todo el mundo como la RGI? ¿Vamos a tener una pensión mínima mayor que el salario mínimo? El sistema es generoso con quienes menos han cotizado, es una realidad, aunque socialmente no guste oírlo.