donostia - Los vaivenes del PSOE respecto al futuro del automóvil en el documento entregado a Podemos en busca de su apoyo político para formar Gobierno, que le llevaron primero a volver a defender la prohibición de vender coches de motor de combustión en 2040 y luego, ante el revuelo causado, a eliminar el vocablo prohibir y dejarlo en defender los vehículos de cero emisiones no han evitado las críticas del sector de automoción ante el daño que este ruido genera a la industria.

La redacción original del documento socialista citaba expresamente la prohibición de vender coches con motores de gasóleo, gasolina y gas en 2040. Una propuesta considerada “irresponsable e incoherente” por el sector.

A la vista del fuego desatado, el PSOE suavizó la redacción pero el mal ya estaba hecho. En un momento delicado para la primera industria del Estado, con una caída de ventas del 30% en el último mes y cuando desde el sector se advierte de que las incertidumbres en torno al futuro del automóvil están haciendo que los consumidores aplacen sus compras de coches, el partido de Pedro Sánchez volvió a poner sobre la mesa su idea de prohibir las ventas de automóviles con motores de combustión a partir de 2040.

En un momento de ralentización económica, el consumidor aplaza su decisión de compra y, en consecuencia, a corto plazo siguen rodando por las carreteras del Estado español los coches más viejos y más contaminantes, con un efecto pernicioso para el medio ambiente y, además, implica reducir la producción en las fábricas lo que puede generar expedientes de regulación de empleo, despidos y paro.

Así, el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, calificó de “irresponsabilidad” la intención del PSOE de recuperar la prohibición de venta de coches de combustión para 2040 y recordó que el Consejo Estratégico de Automoción “en el que se deberían tomar las decisiones del sector” no se ha reunido en los diez meses desde su constitución.