BILBAO - El grupo siderúrgico vasco Tubos Reunidos se ha salvado, gracias al acuerdo con la banca, de una complicada situación que hubiese podido desembocar en la quiebra de la compañía, tal y como había advertido en su momento el auditor. La crisis del petróleo, con precios a la baja y menos inversiones, había hecho caer los pedidos y los precios de tubos, y además, los costes de TR son muy elevados para los productos que hace.

La refinanciación bancaria da aire a la empresa aunque sigue inmersa en un “incierto escenario de mercado” como consecuencia de la aplicación de las tasas arancelarias del 25% a las exportaciones europeas de productos de acero a EE.UU., que sigue siendo uno de los principales mercados de Tubos Reunidos.

Pero la difícil situación del grupo viene de antes. TR fabrica, y muy bien, tubos de acero al carbono sin soldadura, un producto que en el mercado global es ahora un commodity, que sufre una presión a la baja sobre los precios debido a la entrada de fabricantes de países en desarrollo.

Ello deja a Tubos Reunidos con dos caminos para recuperar la competitividad: reducir costes en sus plantas vascas y elaborar productos y prestar servicios de mayor valor añadido. Y en ello está pero su complicada situación financiera no ayudaba. Una vez decidido que la reducción de costes no va a ir por el cierre de instalaciones, -recuérdese que la anterior dirección propuso cesar la actividad de la acería de Productos Tubulares lo que desembocó en una huelga que dejó a la firma contra las cuerdas-, el grupo va a aprovechar la mejora de los precios del petróleo y el aumento de pedidos para llevar a cabo el plan de negocio planeado y mejorar las cuentas, un hecho que se concretará, sobre todo, en 2020. - X.A.