bilbao - Solo 36 trabajadores de La Naval, una cuarta parte de todos los que tienen garantías de empleo, han optado por activar ya la recolocación. Se reincorporarán a Navantia en la segunda quincena de junio, probablemente el lunes 17, la mayoría en el astillero de Ferrol y en las oficinas de Madrid. El resto de la plantilla ha preferido mantenerse a la espera para agotar todas las opciones de volver a trabajar en Euskadi y evitar el traslado, aunque deberán tomar una decisión antes de que termine el año.

Es el plazo fijado por la Sepi, la sociedad estatal que controla las empresas industriales públicas, para cerrar el plan de recolocación en Navantia. Así se lo transmitieron ayer los técnicos de la Sepi a los sindicatos CC.OO. y UGT en el encuentro para empezar a perfilar los traslados, que en principio se corresponden con las preferencias mostradas hace unas semanas por los trabajadores. El primer grupo en ser re-absorbido por la naviera pública está formado por las 36 personas que optaron por incorporarse al nuevo puesto de trabajo de forma inminente -en un plazo máximo de tres meses-, y según fuentes sindicales todos ellos entrarán en el destino escogido.

Por cuestiones legales la Sepi no ha facilitado el reparto de trabajadores por centro, aunque por las preferencias mostradas en su día por la plantilla se da por hecho que la mayor parte irán a Ferrol y a Madrid, aunque también hay un puñado que ha optado por Cádiz -la cuarta opción era Cartagena-. La incorporación efectiva de este grupo a Navantia se producirá, según la Sepi, en la segunda quincena de junio, probablemente el día 17, con las mismas condiciones que tenían en Sestao y en el desempeño de una tarea similar.

la mayoría espera La mayor parte de los extrabajadores de La Naval con garantías, otros 114, han preferido no activar de momento esta opción. Por un lado está la casuística personal y familiar, que impide a muchos marcharse ahora mismo a cientos de kilómetros de casa, y por otro el deseo de agotar todas las opciones de poder seguir trabajando en Euskadi, bien en el astillero de Sestao o en otro sector.

Hay que recordar que el propio comité está dividido entre los sindicatos partidarios de buscar la mejor salida posible en otro centro de trabajo, caso de CC.OO. y UGT, y los que se resisten a aceptar el cierre del astillero y mantienen el discurso de que hay que seguir peleando por finalizar la draga de Van Oord y reflotar la actividad bajo el paraguas del Estado. En esta línea están CAT y ELA, que han recurrido el ERE que envió el paro a la plantilla y no están tomando parte en el diálogo con la Sepi sobre el plan de recolocaciones.

El colectivo que ha rechazado la incorporación inmediata deberá tomar una decisión antes del 31 de diciembre. Parece poco probable que antes de esa fecha pueda concretarse un plan de viabilidad que devuelva la actividad al astillero de Sestao y abra una nueva puerta a estos extrabajadores. Por otro lado, quienes se incorporen a Navantia el 17 de junio podrán, en caso de que La Naval vuelva a la actividad, pedir una excedencia para volver a Sestao.

Por otro lado está pendiente el cobro de la indemnización por despido, cuestión que está sujeta a la resolución del recurso presentado al ERE. En la reunión de ayer no se abordaron posibles bajas incentivadas ni prejubilaciones, ni se acepta por parte de la Sepi que extrabajadores con garantías puedan traspasar este derecho a alguno de los veinte compañeros que no lo tienen.