bilbao - Ayudar a las empresas a buscar respuestas para adaptarse al Brexit y a detectar las oportunidades de crecer en un mercado históricamente clave para Euskadi. Ese era el objetivo de las jornadas organizadas ayer en Bilbao por la Agencia Vasca de Internacionalización (Basquetrade), que también sirvieron para que Euskadi y Reino Unido mostraran su interés por reforzar lazos y dinamizar sus relaciones comerciales a pesar de la salida británica de la Unión Europea.

La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, y el embajador británico en España, Simón Manley, coincidieron ayer en ese objetivo ante cerca de 400 empresas interesadas en tener alguna luz en una cuestión que sigue bloqueada en un bosque lleno de sombras e incertidumbre.

Hay compañías que ya se están moviendo. Es el caso de la firma Navacel, de Erandio, que según explicó María Goitiandia, una de sus directivas, ha apostado por establecer joint ventures con empresas de Reino Unido. El planteamiento pasa por “trabajar como un consorcio para paliar lo que pueda llegar a pasar” y evitar cuestiones como las subidas de precios de los productos. En cualquier caso, Goitiandia descartó que “ni a corto ni a largo plazo pueda haber ningún problema” para desarrollar una actividad comercial normal en ese país.

negociar otro acuerdo Es momento en cualquier caso de buscar una zona de confort en la que Reino Unido y la Unión Europea se sientan cómodos y evitar de este modo un Brexit sin acuerdo. Fue otra idea que compartieron Tapia y Manley, que implícitamente pidieron a la diplomacia de ambos bloques que negocien otro marco de entendimiento diferente al que ha sido rechazado por el Parlamento británico.

“Nos interesa a todos que haya un acuerdo” y que se fijen unas nuevas reglas de juego para las relaciones comerciales, subrayó Tapia. La consejera pidió que “no se tire por la borda todos los siglos” de relación comercial que han mantenido Euskadi y las islas británicas. Según recordó los primeros intercambios se remontan a 1474, pero el uso del acero “dinamizó” las relaciones. “Hemos sido socios en la primera revolución comercial y los estamos siendo también en la de ahora”, destacó la consejera en referencia al salto del sector manufacturero hacia la digitalización. En ese contexto, la responsable de política industrial del Gobierno vasco aconsejó a las empresas que se preparen para adaptarse al “acontecimiento histórico” de la salida de Londres de la UE y a las dificultades que generará. “Hemos hecho frente a más dificultades y sabremos superar esta”, subrayó.

Según añadió, si el Brexit se materializa con acuerdo habrá “oportunidades” para incrementar los flujos comerciales entre ambas economías y apostó por “profundizar” en el tráfico de mercancías con las islas británicas a través del puerto de Bilbao. Del mismo modo, recordó que el periódico referencia de la City londinense, el Financial Times, señaló hace unas semanas a Euskadi como un territorio atractivo para la inversión y explicó que el Gobierno vasco seguirá siendo un agente activo en ese ámbito.

preparados para un ‘bréxit’ duro Con todo, la consejera de Desarrollo Económico pidió a las empresas vascas que se preparen para todos los escenarios, incluso el de un Brexit sin acuerdo, que supondría un mazazo para las 500 empresas que interactúan con la economía británica y las 60 que tienen algún tipo de implantación en el Reino Unido.

Por último, recordó que la relación de Euskadi con ese país trasciende de las relaciones comerciales debido a la presencia de estudiantes y trabajadores vascos con los que se comprometió a allanar el camino si el próximo 30 de marzo se materializa el Brexit.

El embajador británico, por su parte, aseguró que durante más de 25 años Gran Bretaña fue el primer inversor extranjero en Euskadi y que las empresas británicas tienen vocación de mantener y estrechar los lazos con las vascas. Con un discurso más político, Simon Manley advirtió de los riesgos de una salida sin que esté definido un marco de relaciones.

El “reto inmediato” es llegar a un acuerdo que pueda aprobar el Parlamento Británico. En caso contrario se producirán “tensiones importantes”, se establecerán aranceles y se pondrá fin al libre tránsito de ciudadanos. A su juicio, existe el riesgo de un Brexit duro y es necesario prepararse para ello mientras se sigue negociando.

En esa línea, Manley aseguró que es necesario primero negociar un nuevo acuerdo y, a partir de ahí, “construir una nueva relación” con los “socios, amigos y aliados” europeos. Si se registra un Brexit blando, se establecerá una zona de libre comercio sin aranceles que afectará “a todos los sectores importantes de la economía vasca y su potente industria”, añadió.

Así, el embajador destacó que su país “está abierto al talento vasco” y que necesita profesionales cualificados para desarrollar su economía: “A las dos partes nos interesa que haya un acuerdo que proporcione un futuro en paz, prosperidad y protección para las empresas”.