Bilbao - El consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, anunció ayer que su Departamento está elaborando el borrador de un plan para incentivar la pensiones complementarias en las empresas. El documento se entregará en breve a las diputaciones, que por su parte también están trabajando en fórmulas para extender el uso de las Entidades de Previsión Social Voluntarias (EPSV).

Básicamente se establecerán deducciones fiscales para compañías y trabajadores que realicen aportaciones conjuntas a pensiones complementarias. Entrarán en el programa las EPSV preferentes, aquellas en las que participan la empresa y los empleados, se ofrecen a toda la plantilla y se rescatan en forma de renta mensual en el momento del retiro. Pese a que este tipo de pensiones complementarias tendrán una fiscalidad más favorable, también mejorarán los incentivos para los ciudadanos que tengan un plan privado contratado con una entidad financiera.

Se trata de un paso más en el trabajo que llevan casi un año desarrollando el Gobierno y las diputaciones vascas. El proceso está llegando a su fin y el Departamento de Hacienda está “ultimando” su propuesta fiscal. Los incentivos tributarios conformarán la clave principal del programa, porque el objetivo es hacer más atractiva este tipo de pensión complementaria.

El consejero de Hacienda participó ayer en la jornada La problemática de las pensiones: ¿Qué hacer hoy? Principales desafíos y soluciones, organizada por la Federación de EPSV. Azpiazu admitió que los incentivos fiscales actuales “no han sido todo lo eficaces que podrían haber sido para promover la generalización” de los complementos privados a la pensión pública.

Por ello se está revisando el marco tributario en ese ámbito y, tras debatirlo con las diputaciones, el borrador será presentado a los agentes sociales vascos. La opinión de estos últimos es clave, porque serán los sindicatos y los empresarios los que tendrán que llevar las EPSV a los centros de trabajo a través de la negociación colectiva.

El consejero avanzó las líneas maestras de su propuesta. En este sentido, se planteará que las aportaciones a la pensión complementario sean “análogas” a las que se realizan al sistema público. Además, se establecerá un tope máximo de aportaciones y también un límite del conjunto de las EPSV bonificadas para evitar desigualdades.

Las empresas que pongan en marcha junto a sus empleados iniciativas de este tipo accederán a incentivos, mientras que los trabajadores disfrutarán de deducciones más generosas que las actuales. En este punto, también se potenciará fiscalmente a las personas que conviertan su EPSV privada en un plan de empleo preferente. Para los que no se decidan a dar ese paso o no puedan porque en su empresa no se establece una EPSV colectiva, también habrá una fiscalidad más atractiva que la actual sin llegar al nivel de las preferentes.

Azpiazu animó a sindicatos y empresarios a adoptar “una posición más activa” en la introducción de los planes de prestación social complementaria en la negociación colectiva. El Gobierno central entró ayer en ese debate a través de su secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, quien consideró ayer en Madrid que es necesario mejorar la fiscalidad de las aportaciones a los planes de pensiones de empresas para incorporar a las personas de la clase media.

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