BILBAO - La sentencia judicial que cuestiona la legalidad y, sobre todo, la forma de proceder de la dirección del grupo ArcelorMittal en la planta siderúrgica vasca de ACB Sestao dio pie para que ELA reclame el reinicio de un verdadero proceso de negociación sobre el futuro de la factoría que produce bobinas de acero en caliente y para que el presidente del comité recuerde que “la empresa está abierta” y produciendo.
En concreto, el presidente del comité de empresa de la planta de Arcelor en Sestao, la Acería Compacta de Bizkaia (ACB), Juan Carlos Díaz (CC.OO.), afirmó ayer que la sentencia judicial que anula el cambio de las condiciones laborales que impuso la dirección de Arcelor “tiene valor” ahora porque “para bien o para mal la empresa está abierta”.
El Juzgado de lo Social número 4 de Bilbao estimó la demanda interpuesta por ELA y declaró “nula” la modificación de las condiciones de trabajo de la plantilla de la ACB y obliga a ArcelorMittal a “reponer al colectivo laboral afectado en sus anteriores condiciones de trabajo”.
El representante de los trabajadores de ACB resaltó ayer que la sentencia expone “claramente” la situación que se dio en su momento con una propuesta por parte de ArcelorMittal de “todo o nada” en la que planteó a los trabajadores, ya que o se aceptaba su propuesta o se cerraba la planta, lo que daba a entender que el colectivo laboral escogió del mal, el menos.
Díaz señaló, que “la sentencia tiene su valor” en estos momentos, pero no puede dejar de interrogarse si lo tendría “con la acería cerrada” y tras asegurar que “para bien o para mal la empresa está abierta”, mostró su deseo de que sirva para ayudar a “abrir unas nuevas negociaciones”. Algo que reclama el sindicato ELA. “Con la planta abierta esa sentencia tiene valor, con la planta cerrada no habría servido para nada”, afirmó el presidente del comité de empresa de la ACB que reconoce que la voluntad de negociación de Arcelor fue “nula”.
ELA exige a ArcelorMittal que inicie un proceso negociador para “garantizar el futuro de la ACB” pues considera que la sentencia “debe de ser una oportunidad para abordar el futuro de la planta”, mediante “una negociación integral sin chantajes, abordando el futuro a medio y largo plazo y donde la empresa adquiera compromisos con los trabajadores”.