BILBAO - El operador vasco de telefonía Euskaltel no oculta que mantiene su interés por la compañía asturiana Telecable, propiedad del fondo británico Zegona, pero niega que exista decisión tomada o acuerdo alguno para una integración de ambas sociedades.

La empresa vasca presidida por Alberto García Erauzkin señaló en referencia a la exploración de una posible integración de ambos negocios, señalada por Expansión, que a día de hoy “no hay nada de nada”, pero dicho esto recuerda que nunca ha ocultado su interés por Telecable porque su integración junto a Euskaltel-R, permitiría crear un fuerte operador regional en toda la cornisa cantábrica, de Galicia al País Vasco, líder en los mercados locales donde está implantado.

Euskaltel cerró ayer en Bolsa a 8,215 euros por acción tras repuntar un 1,05% tras la información de los supuestos contactos entre Euskaltel y Telecable. Pese a ello, el operador vasco dirigido por Francisco Arteche acumula este año un recorte de casi el 30% en su cotización, con lo que la empresa capitaliza unos 1.246 millones de euros

No hay que olvidar que es una realidad que el mercado de telecomunicaciones en el Estado español está entrando en una fase de maduración del negocio, con precios estancados, que propicia un proceso de concentración del sector para beneficiarse de las economías de escala.

Las dos operadores de telecomunicaciones, con presencia en Euskadi, Galicia y Asturias, podrían abrir un nuevo proceso de consolidación de las operadoras de telecomunicaciones en el Estado y reactivar sus contactos con la finalidad de explorar las condiciones de una integración de sus negocios. La operación de integración de la actual Euskaltel-R, con Telecable, más allá del precio, tiene toda la lógica industrial para consolidar un gran operador en la Cornisa Cantábrica, capaz de expandirse a territorios cercanos como Nafarroa, La Rioja, Cantabria y León.

La integración entre ambas compañía, con un acuerdo de intercambio de acciones, o la compra de Telecable por Euskaltel daría lugar a un grupo capaz de facturar unos 750 millones de euros anuales, con un resultado bruto o Ebitda de 360 millones de euros ya que las principales inversiones ya están realizadas.

Aunque ambas partes tienen razones para que prospere la operación podría ser el dueño de Telecable, el fondo británico Zegona el más interesado a la vista de los acontecimientos en el sector. Zegona pagó en julio pasado 640 millones de euros, una cifra alta, por Telecable, un operador que se circunscribe sólo a un pequeño territorio, caso de Asturias, que no se caracteriza ni por el crecimiento de su economía ni por el de su población. La idea de los dueños del fondo eran poder participar en el proceso de consolidación del sector de telecomunicaciones en el Estado y revender con plusvalías su participada.

El problema es que el sector se ha consolidado sin Telecable porque la guipuzcoana Mas Movil ha adelantado el proceso al incorporar a Yoigo y Pepephone, entre otros.

El fondo británico impulsado por Eamon Ohare, un ex directivo del grupo de cable Virgin, tiene que buscar una salida a su inversión en un escenario donde ya quedan pocos jugadores, todos más grandes que Telecable.

La operación de integración de ambas compañías tiene otras dificultades añadidas derivadas del hecho de que el operador vasco no está en condiciones, hoy, de pagar en metálico Telecable porque todavía está digiriendo la compra de la gallega R.

Una alternativa pasaría por pagar a Telecable con acciones de Euskaltel pero ello dejaría, si se mantiene la valoración de 640 millones que abonó Zegona, al fondo británico como primer accionista de la compañía vasca desbancando a Kutxabank, algo que no parece factible. La entidad financiera vasca controla el 25%.

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