BILBAO - La familia Botín, accionistas de referencia durante años del Banco Santander, también aparece en los documentos del registro mercantil de Bahamas conocidos como Bahamas Leaks, que han dado a conocer el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
En concreto, esta vez se trata de Lucrecia Botín, hija de Jaime Botín -máximo accionista de la entidad financiera Bankinter y conocido por el intento de sacar de España una obra pictórica de Picasso de forma ilegal-, y prima de la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, y, en consecuencia, sobrina del fallecido Emilio Botín, según El Confidencial.
La citada Lucrecia es presidenta y consejera de dos estructuras en este centro offshore, Triangle Capital Investments y San Miguel Capital Investments.
Ambas sociedades radicadas en el antiguo paraíso fiscal de las islas Bahamas fueron creadas en septiembre de 2003 y, según la fuente citada, no consta que hayan sido cerradas.
Según fuentes próximas a la familia, estas pantallas formarían parte del entramado societario con el que la familia Botín ocultó el patrimonio que tenía depositado en cuentas suizas del banco británico HSBC de Ginebra y que salió a la luz en la famosa lista Falciani.
Como se recordará, según otra investigación anterior del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), el fallecido presidente del Banco Santander, Emilio Botín utilizó sociedades pantalla en las Islas Vírgenes y Panamá para ocultar un patrimonio familiar que fuentes sin confirmar aseguran que rondaría los 2.000 millones de euros.
Se supone que la utilización de las sociedades offshore en territorios que se comportan habitualmente como lo que se considera paraísos fiscales, y que en sí no es ilegal, tiene una lógica si se quiere ocultar un patrimonio al fisco.
De hecho la Audiencia Nacional imputó a los hermanos Jaime y Emilio Botín y a los numerosos hijos de ambos, entre ellos Lucrecia aunque la familia cántabra ha defendido que el dinero supuestamente defraudado tiene su origen de unos fondos que sacó de España el abuelo de Ana y Lucrecia, Emilio Botín Sanz de Sautuola y López, durante el periodo de la Guerra Civil española de 1936-39, cuando fue destituido de sus cargos en el Banco Santander tras ser intervenido en aquella época por el Banco de España.
La Audiencia Nacional archivó finalmente la causa contra la familia por considerar que las cantidades que sus miembros habían pagado a la Agencia Tributaria eran suficientes para cubrir los impuestos impagados y los recargos correspondientes.- DEIA