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La recuperación dinamiza las fusiones y compras de empresas en Euskadi

Confebask percibe un mayor interés, además de las condiciones financieras, para realizar operaciones corporativas

La recuperación dinamiza las fusiones y compras de empresas en EuskadiI.S.

BILBAO - La mejora de la situación económica en Euskadi ha generado el caldo de cultivo propicio para las fusiones y compras de compañías. Durante los meses de primavera y verano se ha producido un “continuo goteo” de operaciones corporativas, alimentadas por el interés de las empresas y por la financiación disponible. “Se detecta más movimiento. Se producen compras, ventas y alianzas. Se percibe una mayor tendencia a la cooperación derivada de estos dos años de recuperación económica. Hay más recursos y el dinamismo económico permite visualizar los beneficios de este tipo de movimientos”, afirma Pablo Martín, del Departamento EconómicoFiscal de Confebask, en declaraciones a DEIA.

No hay una estadística que permita cuantificar la intensidad de esas operaciones corporativas y muchas de ellas quedan a la sombra por voluntad expresa de los empresarios. Sin embargo, fuentes no oficiales cifran en una docena las operaciones de los últimos meses. Y agentes que se ocupan del asesoramiento financiero de las empresas que modifican su accionariado confirman que este año está habiendo más actividad en el sector.

crecer para competir en el mundo Esta semana se han conocido varias actuaciones, la entrada de la multinacional japonesa Mitsui en el capital de Gestamp, la compra de dos empresas navarras por parte de la vizcaina Nuetalia, el interés del grupo industrial francés ARC por volver a hacerse con Vidrala o la adquisición por parte de Magefesa de una fábrica en Eibar son los ejemplos más cercanos. Detrás hay toda una tendencia que parte de un análisis común: la necesidad de ganar tamaño o buscar socios para competir en igualdad de condiciones fuera de Euskadi.

“Los empresarios están dejando de ser reacios a este tipo de operaciones. Cala el mensaje de que hay que plantearse ser más grandes para competir con las empresas en la otra punta del mundo”, asegura el directivo de la patronal vasca.

Para Confebask lo más interesante es que la empresa vasca sea la que compra, de modo que se garantice el arraigo y las decisiones se tomen en Euskadi. Sin embargo, considera que las operaciones que no están lideradas por compañías de la CAV que se están produciendo también están siendo positivas, porque se está reforzando el empleo local y la actividad económica. Sean operaciones grandes o de menor escala, “lo más importante”, añade Pablo Martín, es que esta cuestión “esté en la agenda” de las compañías.

El interés del Gobierno vasco por promover las alianzas entre empresas vascas también está actuando como resorte. Las empresas que detectan una posibilidad de crecer cuentan con ayudas públicas y, sobre todo, con financiación. El panorama crediticio ha cambiado de la noche a la mañana en relación a las estrecheces de la crisis y ahora quien encuentra una oportunidad puede dar el paso.

Muchas de las operaciones corporativas llevan aparejadas una ampliación de capital y si se toma como referencia los últimos datos conocidos, los del primer semestre de este año, también se percibe más dinamismo. En concreto, entre enero y junio se han registrado en Euskadi 724 ampliaciones de capital, casi cien más que en el mismo periodo de 2015.

El clima de confianza empresarial es uno de los resortes básicos de los movimientos corporativos y, según la encuesta que realiza el Instituto Nacional de Estadistica, el porcentaje de empresarios vascos que creen que este tercer trimestre será mejor que el segundo ha crecido un 2,6%. No es un gran salto, pero en el actual contexto político, con el Gobierno de Mariano Rajoy en funciones desde hace casi un año tiene una gran importancia. Sobre todo si se compara con el dato del conjunto del Estado (-1,2%).

“Cuando una compañía tiene expectativas de crecimiento no duda si surge una oportunidad de crecer e incluso busca esas opciones”, sostienen fuentes del sector que asiste a las empresas en este tipo de operaciones.

La recuperación ha devuelto a Euskadi el cartel de buen lugar para invertir. Además el sector industrial está siendo el principal protagonista de las operaciones y los inversores son en muchas ocasiones vascos. Es algo que ya ocurrió el año pasado y que dibuja el mejor de los escenarios posibles, porque por un lado se garantiza que la empresa continúa en Euskadi y, por otro, el inversor industrial habitualmente busca un rendimiento a más largo plazo, no persigue un beneficio inmediato y no se siente tentado a vender en cuanto tiene una opción que le permite hacer caja.

La posibilidad de que ARC vuelva a comprar Vidrala ilustra el cambio que se ha registrado respecto a la crisis. La multinacional francesa decidió cerrar la fábrica de Lamiako en 2009 por las pérdidas que generaba. Un grupo de directivos decidió reflotar el negocio y ahora, aunque la compañía atraviesa problemas y no ha podido pagar la nómina de agosto, ARC está dispuesta a volver invertir en el proyecto y relanzarlo porque hay perspectivas de crecimiento.