GASTEIZ - La patronal alavesa prevé que en los próximos dos años se crearán unos 9.000 nuevos puestos de trabajo en la industria de Álava, de ellos 4.500 en 2016 mientras aboga por revisar el impuesto de sociedades para las pymes. Todo ello pese a que el sector industrial vasco atraviesa momentos delicados en una de sus patas, la relacionada con el acero, tras encadenar años de crisis económica. Un embate del que no escapa Araba -ahí está el ERTE registrado esta semana en Tubos Reunidos-, precisamente en un momento en que la economía parecía comenzar a consolidar una tendencia de crecimiento, con un incremento medio del 2,8% de la economía vasca en 2015 según los datos del Gobierno vasco, apuntalado por la mejoría también registrada en el último cuatrimestre del pasado ejercicio respecto al tercero. Un escenario en definitiva con luces y sombras en el que el tejido económico aún no ha sido capaz de afianzar un escenario positivo para el empleo y en el que, en el caso de Araba, la industria ocupa un papel fundamental. Es en este contexto en el que ayer SEA Empresarios Alaveses presentó un Plan de Política Industrial de Araba con el declarado objetivo de contribuir a recuperar los aproximadamente 14.000 cotizantes que el territorio ha perdido desde el inicio de la crisis en 2008, en un territorio en el que precisamente la industria supone el 30% del PIB y el 27,6% del empleo.
La patronal alavesa adelantó ayer algunas de sus estimaciones sobre creación de empleo para estos dos próximos años. Si Confebask presentaba hace un par de semanas sus cálculos sobre las 25.000 contrataciones que pronosticaba para este año, más de la mitad de nueva creación, SEA prevé que en concreto la industria cree en Araba 9.000 empleos entre 2016 y 2017: 4.500 de esos puestos corresponderían a este año, de los cuales unos 2.500 serían de nueva creación y el resto cubrirían fundamentalmente jubilaciones. Una generación de empleo que, en la misma línea de la advertencia ya lanzada por Confebask, se enfrenta al reto de encontrar profesionales formados en algunos perfiles laborales.
El Plan de Política Industrial, que SEA hizo llegar la semana pasada a Gobierno vasco, Diputación alavesa y Ayuntamiento de Gasteiz, se estructura en torno a cinco ejes y doce líneas estratégicas y ha sido elaborado con las aportaciones de sus propios asociados, para alumbrar así 60 acciones entre las que destaca, por ejemplo, el impulso de una “lanzadera de financiación”. En el marco del Eje de Cooperación Empresarial y en materia financiera, el deseo de SEA es llegar a constituir “un polo de encuentro con las entidades financieras y las sociedades de garantía” que unifique y facilite a las empresas la información y acceso a los recursos y posibilidades de financiación, proyecto en el que la patronal ya está trabajando y que su presidente, Gómez, confía en que pueda fructificar en los próximos meses. Buena parte de esas 60 acciones tienen mucho que ver con la colaboración público-privado y la implicación de las instituciones, por ejemplo varias medidas relacionadas con reforzar las conexiones entre mercado laboral y el sistema educativo, desde la FP Dual a grupos Universidad-Empresa. Propuestas que SEA quiere complementar con la creación de un Observatorio de empleo para “compartir un diagnóstico en materia de empleo”.