BILBAO - Los 2.500 trabajadores del grupo vasco de aceros especiales Sidenor-Gerdau, perteneciente a la compañía brasileña Gerdau, están en tensión a la espera de saber si sus actuales propietarios se mantienen al frente de la empresa o tienen intención de vender la filial del Estado español. Para lo que ya se habría tanteado, según fuentes sindicales, a otras empresas europeas del sector como la sueca Ovako o la alemana Georgsmarienhütte GMH.
Gerdau sólo ha informado a requerimiento de la CVM, el equivalente brasileño a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que la empresa de Porto Alegre no ha tomado decisión alguna sobre el futuro de Sidenor aunque en la ambigua nota enviada dejó todas las opciones abiertas al señalar que “la compañía evalúa con frecuencia las oportunidades de optimización de sus activos con la visión estratégica de generar un mayor retorno a sus negocios, operaciones y accionistas”. A la vista de la falta de concreción, los sindicatos tienen previsto pedir explicaciones a los responsables de Gerdau en la reunión de la Comisión de Seguimiento del Acuerdo marco de Sidenor prevista para mañana en Basauri (Bizkaia).
Fuentes del sector siderúrgico vasco consideran que no es el mejor momento para vender la empresa porque las compañías acerísticas están muy endeudadas y hay un exceso de capacidad productiva instalada en la industria del acero mundial, algo que se está poniendo de manifiesto con el parón chino ya que está generando excedentes de acero que China intenta colocar en los mercados de medio mundo presionando los precios a la baja.
A esta coyuntura general de la industria del acero se suma, en el caso de Gerdau, la complicada situación de su primer mercado, el brasileño, de donde obtiene el 52% del Ebitda, pues la economía de Brasil ha entrado en recesión y se estima que el PIB caerá un 3%. Por ello su situación no es ahora la mejor. De hecho, en el segundo trimestre del año, Gerdau ha visto cómo sus ventas de acero han caído un 6% respecto al año anterior, con 4,3 millones de toneladas, pero el beneficio se ha reducido en un 33%. La relativa buena marcha de los negocios en Norteamérica no compensa a Gerdau de la caída del mercado brasileño, donde la construcción (destino de acero común) y la fabricación de coches (gran consumidora de aceros especiales), están en descenso .
En el caso concreto de la división de aceros especiales de Gerdau que incluye la actividad en dicha área en España (Sidenor), EE.UU., Brasil e India, en el segundo trimestre se produjo una caída del 7%, se produjeron 700.000 toneladas, de la mano de la fuerte reducción del mercado brasileño porque Sidenor evoluciona favorablemente gracias a la mejoría del automóvil en Europa. En este contexto, Gerdau tiene presiones de la banca para reducir su endeudamiento que al cierre de 2014 se elevaba a 19.200 millones de reales, (4.500 millones de euros) 2.800 millones más que el año anterior, con el agravante que el 78,7% estaba en monedas extranjeras.
La división de aceros especiales representa para Gerdau, con 4 millones de toneladas de capacidad instalada sobre un total de 25 millones, el 19,8% de las ventas y el 18% del resultado bruto o Ebitda.
Sidenor, cuyo 70% de la producción tiene como destino al sector del motor, se beneficia este año de la recuperación de la industria del automóvil en Europa, con un crecimiento del 8%, que en el caso de España alcanza el 13%. La recuperación de la economía en el Estado, destino del 48% de las ventas de Sidenor, beneficia al grupo vasco y le deja en una situación relativamente atractiva de cara a una hipotética venta. Además, Sidenor tiene un notable centro de I+D y dispone de media docena de patentes. Entre otras, ha desarrollado un nuevo acero, un 20% más resistente, para motores diésel.
El pasado año, Sidenor, oficialmente Gerdau Aceros Especiales Europa, alcanzó unas ventas de 780 millones de euros, generó un Ebitda de 37 y un beneficio neto de 0,5 millones.
Según fuentes sindicales, se ha tanteado a varios grupos de aceros especiales europeos que pudieran estar interesados en Sidenor. Entre ellos, el sueco, Ovako, que factura 862 millones de euros anuales con una plantilla de 2.952 personas y diez plantas repartidas entre Suecia, Finlandia, Holanda, Alemania e Italia. Así como al alemán, Georgmarienhütte GMH, una compañía con 1.295 trabajadores y 610 millones de euros de facturación.
Curiosamente hace un poco más de un año, Gerdau optó a la compra de la francesa Ascometal, líder de aceros especiales en Francia, en competencia, entre otros, con la Acciaierie Venete o Leali-Klesch.
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