EN Womenalia Inspiration Day este ingeniero industrial de formación, reconvertido en emprendedor “proactivo”, expuso ante los referentes del mundo mundial en el campo de la Comunicación, la Administración Pública y la Empresa su método Las Cajitas, que consiste en ayudar a las personas de forma sencilla a lograr sus metas y propósitos, teniendo en cuenta seis áreas de la vida: salud, trabajo, área social, calidad de vida, cultural y educación.

“Fue un día entero para hacer networking, especialmente pensado para dar un impulso a nuestras carreras, generar ideas e impulsar una corriente de transformación que nos ayude a generar el cambio definitivo que el mundo necesita”, explica Aritz Urresti, al que no le gusta mucho que le califiquen de coach. “Soy un aldeano de Maruri que enseño a las empresas y a los particulares a gestionar mejor su tiempo. Soy un emprendedor que ha aprendido de estar en contacto con más de 8.000 personas y los resultados obtenidos avalan la efectividad de mi método”, añade sonriente, mientras sostiene en sus brazos a su pequeña Libe.

A los 23 años, al fallecer su padre, este emprendedor tuvo que hacerse cargo de la empresa naviera familiar. Rebajó su suelo anterior, cercano a los 40.000 euros anuales, y tras pasar por los diferentes puestos de la jerarquía de la compañía consiguió formar a más de 300 profesionales. Aunque esta trayectoria empresarial resultó exitosa, este ingeniero industrial tenía claro que su misión era optimizar la gestión de su tiempo laboral para mejorar los resultados profesionales “porque se dedicaban muchas horas que no servían para nada”, subraya a DEIA. Con la crisis de la Naval y tras tener que cerrar la empresa, decidió cambiar el rumbo de su vida y se embarcó en el tema del desarrollo profesional y personal.

Fue entonces cuando tomó las riendas de su vida personal. “Había dejado de lado a la familia, las amistades, mis hobbys, así que me planté y retomé el deporte y empecé a hacer cosas distintas y a aportar el valor que había aprendido tras mi paso por la empresa familiar”, explica.

Causas de infelicidad Consciente de que una de las mayores causas de infelicidad en el mundo actual está en que la gente no sabe lo que quiere, no tiene objetivos y desconoce a dónde quiere llegar, Aritz Urresti junto a José Manuel Torres, doctor en Seguridad Informática y fundador de varias empresas una de ellas dedicadas al mundo del triatlón, creó el método Las Cajitas, que sirve para ayudar a las personas de forma sencilla a lograr sus metas y propósitos. “El 90% de las personas se concentran en una determinada área de su vida y al final abandonan el resto”.

El método, que ha sido utilizado por más de 8.000 personas, emplea la distribución de unas cajas virtuales que “de izquierda a derecha” el empresario deberá convertir en “metas tangibles que hagan más factible mejorar su productividad, dejando los objetivos más intangibles en segundo plano”, detalla. “Deben protegerse las cajas que se hallan en la derecha porque simbolizan el seguimiento de los presupuestos y el cierre. Son normalmente las que se descuidan por miedo o barreras mentales”, apostilla.

Este experto en optimizar la gestión del tiempo laboral sostiene que nos equivocamos al hablar de gestión del tiempo. “Lo que hay que hacer es gestionar las prioridades, porque se dedican muchas horas a trabajar que no sirven para nada”, asegura con conocimiento de causa.

sin vida personal Hace 9 años este ingeniero, a punto de cumplir los 40, trabajaba 15 horas al día, hasta que empezó un programa de desarrollo y en cinco meses se dio cuenta de que 90% de lo que hacía no valía para nada y que estaba sacrificando su vida personal. “Mi mujer me decía que iba a poner una foto en casa para verme”, dice sonriente. Al finalizar el programa me di cuenta de que todo lo que había estudiado no valía para nada, porque no me enseñaba a priorizar, a trabajar por metas. La decisión de meterme en el programa cambió radicalmente mi vida”, reconoce.

Si a él le había ido bien, por qué no extender la metodología a otras personas, pensó. En 2007 se puso en contacto con la prestigiosa multinacional SMI norteamericana -especializada en programas de desarrollo y personal-, convirtiéndose en su “hombre fuerte” para Euskadi. Tras años de formación en coaching, este emprendedor decidió comenzar a impartir sus conocimientos adquiridos tanto a empresarios vascos como del resto del Estado. “Mi objetivo en estos últimos años ha sido el mejorar la productividad profesional y personal de gerentes, empresarios, socios o propietarios para que optimicen resultados económicos”, explica. “También me he dedicado a trabajadores, pero sobre todo a empresarios, porque son los que ven mejor la necesidad de cambiar y mejorar. Son los que trabajan muchas horas y no tienen vida personal; en los últimos años he desarrollado mi propia metodología para hacer que las personas cambien. Yo lo que les digo es que si quieren pueden hacer, porque los sueños son un motivo para tener un fin cada día”, subraya.

Hasta ahora Aritz Urresti se dirigía a la parte profesional, sin embargo se ha dado cuenta que su método sirve para cualquier persona. Por eso actualmente desarrolla su labor tanto con autónomos, pymes y hasta multinacionales y organizaciones como Seur, Endesa... “En el programa entran todo tipo de empresas y empresarios a los que les demuestro con resultados que el 90% de lo que hacen tanto empresarios como trabajadores no vale para nada; que cuando cambiamos ese tiempo por tareas que son productivas y rentables varía radicalmente la empresa y los empresarios también. Además de dedicar menos tiempo a trabajar y ganar más dinero, consiguen dedicar más tiempo a su vida personal, a sus hijos, a su entorno de amistades... En definitiva lo que hago es mejorar la calidad de vida de las personas”, dice con satisfacción.

Reconoce que con los colectivos con los que trabaja “personas que ya tenemos una edad” todos le dicen lo mismo: “Aritz, esto lo tenía que haber sabido hace 30 años, porque llevo todo este tiempo haciendo el gilipollas”.

con adolescentes El emprendedor vasco ha fundado una empresa para chavales de 14 a 18 años. “El año pasado hice una prueba piloto con 12 jóvenes y la experiencia fue muy bien; los cambios fueron espectaculares. Aplicando mi metodología les enseño a saber lo que quieren en la vida, a saber lo que desean. Cuando busco ese para qué de los chavales empiezan a estudiar y a hacer cosas por ellos mismos; empiezan a tomar decisiones propias”, apunta.

Para Urresti la sociedad les dice a los jóvenes “estudia, métete en esto, y a veces no saben ni para qué; lo hacen porque tienen que trabajar, porque se lo dice su padre y la sociedad”, sostiene Urresti, quien también aplica a los jóvenes su metodología Las Cajitas, que lleva a la gente de un ser genérico, intangible, reactivo, de no tener metas y no medir, a la parte contraria: a ser específico, tangible, productivo, a tener metas y a medir todos los días.

Cuando diriges a las personas en la otra dirección, mejora la calidad en todas las áreas de su vida. Es lo que hace Urresti cada día en su empresa Goal Boxes, que tiene delegaciones en Bilbao, Madrid y Oviedo.

Es consciente de que vivimos en la cultura del presentismo. “No se trabaja por metas. El que está más horas y hace lo mismo significa que no es productivo; la cultura de cómo trabajamos está mal, porque no se hace por objetivos. Es algo cultural, social que no se nos ha inculcado desde pequeños. De hecho, los chavales no saben lo que es una meta, quitando la parte deportiva. Si no hay meta no te puedes comparar y no puedes mejorar. El baremo de medición de productivad en el país es inexistente. Lo que hago es demostrar a cualquier empresario que el 90% de lo que hace no da resultados porque trabajan sin meta”, sentencia.