Mungia - Tras cinco décadas, Aguirrezabal Hermanos afronta 2015 con cierto optimismo, como todas las compañías vascas, esperando la ansiada y vaticinada salida de la crisis. La pequeña empresa familiar bilbaina pero enraizada en Mungia ha sabido adaptarse a las circunstancias y durante los últimos ocho años ha dado pasos para posicionarse de cara a esa mejora económica que ya asoma en el horizonte. No solo ha superado lo peor del bache, también ha abierto nuevas vías de negocio, especialmente en Latinoamérica.

La internacionalización ha sido una de las apuestas más firmes de la firma en los últimos años. Lo ha hecho de la mano de otras tres compañías vizcainas, uniendo sinergias para superar la barrera del tamaño. Aguirrezabal Hermanos cumple este año medio siglo y aunque en cincuenta años la empresa ha evolucionado, la base y razón de ser de la compañía siguen intactas.

El mungiarra Emiliano Aguirrezabal fundó la empresa en marzo de 1965. Hoy es su nieto, que también se llama Emiliano Aguirrezabal, el que dirige la empresa, que sigue perteneciendo a la segunda generación de la saga que trabajó en la compañía, los hermanos Alejandro y Josu Aguirrezabal, ya jubilados -hijos del fundador y padre y tío respectivos del actual administrador-. Hace cinco décadas la empresa surgió como una oficina comercial de la empresa mungiarra Tacke Olalde, fabricante de reductores industriales. Hoy, además de comercializar elementos de transmisión mecánica de reconocidas marcas de prestigio, esta firma vizcaina los adapta a las necesidades de los clientes.

“El departamento técnico de la empresa trabaja para dar la mejor asistencia técnica. Asesoramos a nuestros clientes y hacemos los cálculos necesarios para definir el elemento más adecuado para cada aplicación”, señala Emiliano Aguirrezabal, administrador de la compañía.

La empresa, que cuenta con nueve empleados en plantilla, apostó por abrir horizontes más allá de Bizkaia y Euskadi hace unos años. En 2009, cuando la palabra crisis ya se había convertido en la pesadilla de miles de empresarios, la pequeña firma vasca creó una red de distribuidores por todo el Estado. Para ello formó a los distribuidores, dotándoles de los conocimientos necesarios para poder atender las demandas de los clientes de primera mano. “Parte de nuestro éxito se basa en el conocimiento y la experiencia que tenemos y, sobre todo, en esa implicación con las necesidades de nuestros clientes”, explica a DEIA el actual administrador de la empresa y nieto del fundador.

Esa red de distribución ha permitido a Aguirrezabal Hermanos “pasar mejor la crisis”, admite su administrador. La empresa ya tenía experiencia en el campo. Cuenta con una segunda oficina desde 1998, cuando abrió una delegación en Barcelona. “Elegimos Barcelona por el fuerte tejido industrial que tiene Catalunya”, esgrime Aguirrezabal.

Grupo Vasco de Transmisiones Esa búsqueda de nuevos mercados ha llevado a la firma a internacionalizarse. Gracias a ello actualmente cuenta con una especial proyección en el mercado de Latinoamérica, y está localizada en Colombia. “Internacionalizarnos era una idea que manejábamos hacía un tiempo”, apunta Aguirrezabal. Ese propósito no se plasmó hasta 2012, cuando junto a otras tres empresas vizcainas crearon el Grupo Vasco de Transmisiones, proyecto común bajo el que se han dado a conocer en varios países al otro lado del Atlántico.

“Cuando el mercado propio flojea, hay que buscar alternativas”, resume Aguirrezabal. En plena crisis, la ahora cincuentañera empresa unió sus fuerzas con las de otras tres compañías vizcainas: Ralpe, Cotransa y Mebsa. Juntas crearon el Grupo Vasco de Transmisiones (GVT). “Somos empresas con una dilatada experiencia”, argumenta. Esa formación y experiencia previas, labradas en Euskadi, les da la oportunidad de ofrecer soluciones a los clientes que empiezan a emerger en el sector industrial en ese continente.

Las cuatro firmas se dedican al sector de suministro industrial y pueden complementarse. Mediante su unión se han posicionado en ese mercado bajo su caparazón común, GVT. Gracias a ello cuentan con una delegación en Colombia y dan a conocer sus productos y experiencia en transmisión mecánica y accionamiento industrial.