Arrasate - Xabier Bengoetxea, quien fuera presidente de la cooperativa, es la cara visible del nuevo proyecto surgido de la mano de Cata, tras adjudicarse los activos de la antigua cooperativa. El también exfutbolista de la Real Sociedad es ahora el máximo responsable de Galagarza electrodomésticos, la filial que gestiona el antiguo grupo vasco.

Ya han empezado a salir las primeras unidades de ollas a presión de Eskoriatza. ¿Marca eso el inicio de la nueva era productiva?

-Desde un punto de vista quizá sí, pero también es verdad que la planta Geyser de Bergara, que también es parte de todo esto, no ha dejado de producir. Producción por lo tanto sí ha habido, aunque para marcar un arranque sí es verdad que esta semana se han empezado a publicar nuevas unidades.

La planta de Garagartza será la siguiente. ¿Está todo listo para que se inicie mañana lunes?

-Está todo listo para que empiece la semana próxima, no sé si el lunes, pero la semana próxima seguro.

Ustedes ya han anunciado la fabricación de pequeños electrodomésticos en la nueva era. ¿A qué se va a dedicar exactamente Fagor?

-Va a producir, de hecho ya ha empezado, las ollas. También los productos de cocción, que son hornos y placas vitro cerámicas, comenzarán a producirse la semana que viene. Estamos produciendo calentadores de gas en Geyser y a partir de ahí hay otra serie de productos, como los termos, que todavía está por definir las cantidades. Además analizaremos las opciones de producir otro tipo de productos, como puede ser los relacionados con el lavado, etc. Hoy por hoy tenemos claro lo que ya vamos a arrancar y lo que está pendiente de definir es si vamos a tener más oportunidades en otras gamas, que lo iremos viendo.

Los responsables de CNA anunciaron tras la adjudicación la vuelta a la actividad en tres fases: de acondicionamiento; de puesta en marcha de la producción; y la de innovación, en búsqueda de nuevos productos y diseños. ¿A eso se refiere?

-Sí, en parte sí. Yo entiendo que después de lo que ha pasado, el año que llevamos, y teniendo en cuenta que el concurso ha sido muy mediático, la gente y en general la sociedad está muy encima de esto. Entiendo que una vez que vamos a arrancar existe ansiedad por llegar a hacer y querer hacerlo todo el día uno, todo al mismo tiempo. El mensaje sin embargo es que hoy estamos iniciando algo nuevo, que tenemos mucho tiempo por delante y que tenemos mucho por hacer. En el sector en el que estamos, la innovación por ejemplo es un elemento importante, pero hoy es el día uno y estos son proyectos que requieren un tiempo, que son a largo plazo. Poco a poco nos vamos a ir amoldando al sector, integrándonos en las necesidades del sector. El día uno no lo podemos tener todo preparado. Estamos arrancando.

¿Parte de la producción seguirá en China a través de la ‘Joint Venture’ que tenéis?

-En esa Joint Venture se fabrican ollas en China. Fagor participaba en las acciones de esa Joint Venture y ahora es Cata la que ha comprado esa participación accionarial. Hay un socio chino también. Aquello está en marcha, está fabricando y continúa.

La cooperativa cayó, entre otras cuestiones, por las dificultades a la hora de competir en un mercado global y especialmente por la fuerte caída del mercado interno. ¿Ha cambiado el contexto?

-Lo que ha cambiado somos nosotros. En los últimos años, empezando en la segunda mitad de 2007, los mercados principales en los que estábamos y fundamentalmente el de España han tenido caídas enormes de mercado, de más del 50% de las unidades en venta. Digerir eso, adaptarse, para una empresa con un determinado volumen, es muy muy difícil y además es muy costoso. Independientemente de la competitividad o de si se es mejor o peor. Esa caída del mercado es prácticamente inasumible y esa es una de las causas principales de la caída de Fagor. Es distinto partir de cero, que es lo que hacemos ahora. De cero te dimensionas en función del mercado que tienes, de los mercados a los que te quieres dirigir. Generas toda la infraestructura necesaria desde cero. La diferencia es sustancial entre uno y otro punto de vista.

Partir de cero, ¿qué supone?

-No es lo mismo tener las 6.500 personas que éramos Fagor Electrodomésticos o las 11.000 que llegamos a ser y tener que alimentar eso, que empezar de cero e ir decidiendo cuál debe ser la estructura para poder atacar el mercado.

¿Las marcas comerciales, especialmente Fagor, han resistido el golpe del proceso?

-La marca Fagor tiene notoriedad. Es una marca muy conocida, fundamentalmente en España y eso es algo que no se pierde. Es un activo importante. Del hecho de estar un año parado las ventas, lógicamente, han desaparecido y ahora la labor es recuperar, gracias a esa notoriedad y la calidad de los productos, la cuota que antes existía. Tenemos que intentar recuperar toda la cuota perdida pero ese proceso no sucede en seis meses, es un proceso más largo. Poco a poco hay que volver al mercado, demostrar que lo haces bien y seguir el hilo del producto que había antes.

¿También fuera de España?

-Sí. Es verdad que en España tiene más notoriedad, porque ha sido una marca histórica y conocida. Pero también tiene notoriedad en otros mercados, como en el norte de África, por ejemplo.

Fagor ha estado un año sin producir, ¿qué mercado se encuentra?

-El electrodoméstico es un bien de consumo y desgraciadamente debido a la situación que viven las familias, por la elevada cifra del desempleo o por la disminución del salario medio, la capacidad para poder consumir se ha resentido. En la medida en la que esa capacidad se resiente el electrodoméstico no evoluciona como debiera. Creo que estamos en un punto en el que a partir de ahora, no sé a que velocidad, la situación general debería mejorar. Veremos que capacidad de crecimiento demuestra el mercado.

¿Qué peso aspiran a tener en el sector en el futuro?

-Antes teníamos en España una cuota importante, históricamente de entre 12 y 15 puntos y la aspiración es tratar de recuperar lo máximo posible esa parte perdida.

¿Una de las claves está en diversificar en varios mercados?

-Sí. De hecho no nos vamos a centrar en el negocio de España. También se han transmitido a Cata diversas filiales como las de Marruecos, Dubai, China, República Checa o Estados Unidos. Son filiales comerciales desde las que trataremos de introducir nuestros productos en esos mercados.

Se ha perdido relación con distribuidores y proveedores. ¿Cómo se recupera?

-Ese es el trabajo. De una parte está el apartado comercial, para recuperar la relación con la distribución, y eso ya está en marcha. Gracias a la fortaleza de la marca entiendo que se puede hacer rápidamente. En cuanto a la relación con proveedores, en la medida en que necesitemos determinados productos se recuperará también con celeridad. La parte que necesitamos a día de hoy ya está de hecho en marcha.

Empresas auxiliares de la cooperativa cayeron por efecto dominó.

-En realidad los proveedores son empresas independientes y nosotros simplemente les compramos lo que ofrecen. Es verdad que algunas tenían una fuerte dependencia de Fagor electrodomésticos.

¿Se fijarán en empresas vascas?

-Nos vamos a fijar en las empresas que necesitemos para poder fabricar, muchas de ellas son vascas, lo eran antes y lo van a seguir siendo. Otras eran de otros países, también antes y ahora. Lo que estamos haciendo es recuperar el contacto con las compañías que antes eran proveedoras, fueran vascas o no.