Gasteiz - En la planta de Jundiz de Mercedes, más allá de la noticia económica del día, ayer hubo también discursos políticos; discursos no exentos en algunos momentos de cierto tinte electoral dadas las fechas, en los que el ministro de Industria, de un lado, y el lehendakari, de otro, tiraron de la cuerda por llevarse a su terreno una de las pocas buenas noticias económicas que brinda el panorama. De algún modo, Euskadi y España vendieron a Alemania recuperación, pero cada uno desde su terreno. Si el ministro de Industria, José Manuel Soria, reivindicó las "señales positivas" que se perciben como fruto de "determinadas reformas que no han sido fáciles de adoptar ni de explicar, pero completamente necesarias" -entre las que citó la reforma laboral, la financiera o la energética-, el lehendakari, Iñigo Urkullu, enmarcó el nuevo proyecto en el que se embarca la planta en el made in Basque Country.
Soria habló 24 horas después de que Endesa anunciara su intención de solicitar la reapertura de Garoña y de que la consejera vasca de Industria -presente ayer en la factoría- afeara al Gobierno español su retraso en aplicar lo acordado en materia de política energética a las empresas. Pero no hubo referencia a ello. Soria se centró en los "resultados y señales positivas" que se ven en el panorama macroeconómico español, como las levísimas subidas del PIB de finales de año o la previsión de crecimiento del Gobierno del 1,2% a finales de año. Brotes verdes que Soria atribuyó a la política del Gobierno Rajoy. "No se han equivocado ni de país ni de economía cuando emprenden una inversión tan importante", sentenció dirigiéndose a los directivos de la multinacional alemana.
El ministro encontró un aliado en el presidente de Daimler AG, Dieter Zetsche, quien felicitó al Gobierno porque "las valientes reformas estructurales de años pasados comienzan a dar sus frutos".
El lehendakari también destacó el crecimiento del PIB vasco en el primer trimestre o los datos positivos que la CAV presenta en la demanda interna, las exportaciones o la inversión, "décimas positivas, signos positivos que suman confianza".
Urkullu eligió la percha del made in Basque Country para subrayar el compromiso con las personas del proyecto de Mercedes-Benz, la apuesta de la firma por la adaptación de la Formación Profesional, por la innovación o "la voluntad de hacer del empleo el objetivo prioritario". Asimismo, el lehendakari destacó que en la planta "el diálogo social y la concertación laboral han sido posibles y garantizan el futuro de un proyecto común".