Donostia. A perro flaco todo son pulgas. Fagor Electrodomésticos ha recibido un puntazo importante en su solvencia y credibilidad internacional, como consecuencia de la situación preconcursal en la que se encuentra, al romper el líder mundial de electrodomésticos, la multinacional china Haier, la joint venture que hace tan solo dos meses había constituido con la cooperativa para la puesta en marcha de una planta de producción de frigoríficos en Polonia.
La ruptura del acuerdo fue comunicada en la tarde de ayer por Fagor Electrodomésticos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que justifica la decisión del líder chino en que no ha sido posible "el cumplimiento satisfactorio de alguna de las condiciones suspensivas fijadas en el contrato", sin dar más explicaciones. Con esta ruptura Fagor Electrodomésticos pierde un importante socio internacional estratégico que le iba a suponer tomar posiciones en los mercados europeos y asiáticos.
Curiosamente, la firma de esta joint venture que estaba constituida al 51% por Haier y el restante 49% por Fagor Electrodomésticos y que contaba con una inversión inicial conjunta de 56 millones de euros, formaba parte del plan de crecimiento que la cooperativa había puesto en marcha dentro del proyecto estratégico 2013-2016.
El proyecto con el número uno mundial del sector de electrodomésticos, que le iba a servir para consolidar su posición en el mercado europeo y situarse en las cinco primeras marcas, suponía en una primera fase la fabricación de 500.000 frigoríficos para en un plazo de cinco años alcanzar un nivel de producción de un millón de unidades.
La nueva planta, cuya construcción se iba a iniciar el pasado mes de septiembre para estar operativa en junio de 2014, fue presentada por todo lo alto el pasado día 5 de septiembre por el presidente y director general de Haier Europa, René Aubertin, y el director general de Fagor Electrodomésticos, Sergio Treviño, aprovechando la celebración de la la feria IFA de Berlín.
Treviño justificó la operación con Haier como un elemento para consolidar "la proyección internacional de la compañía y nuestra apuesta por abordar alianzas estratégicas que nos permitan el impulso en nuestros mercados estratégicos".
Dos meses han bastado para que lo que iba a "mejorar nuestra posición competitiva tanto en los mercados europeos como en los asiáticos" haya saltado por los aires en lo que se confirma ya como un mojón más en ese camino que va a conducir inexorablemente al concurso de acreedores y con ello, dada la actual situación financiera, a la liquidación de Fagor Electrodomésticos.
Es un escenario que cada vez se hace más visible en el seno de la cooperativa ante las dificultades cada vez más evidentes de conseguir los 170 millones de euros que necesita para reiniciar la actividad. Cada día que pasa, la valoración de Fagor Electrodomésticos va cayendo, a lo que hay que añadir el deterioro que está sufriendo su fondo de comercio, y la pérdida de cuota de mercado, sobre todo, en la época final del año donde el consumo aumenta, por la inactividad en la que se hallan todas las plantas.
"La situación es muy difícil", aseguran en el seno de Fagor Electrodomésticos, que cada vez ve más lejos la posibilidad de una reestructuración ordenada de la empresa, tal y como se pretendía con la presentación del preconcurso.
En este contexto, hay que explicar el aplazamiento de la reunión que los consejeros de Desarrollo Económico y Empleo, Arantza Tapia y Juan María Aburto, respectivamente, el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y los alcaldes de Debagoiena con representantes de Corporación Mondragón y de Fagor Electrodomésticos iban a celebrar ayer y que tendrá lugar mañana, miércoles, de manera discreta en la sede del Gobierno vasco.
Desde la Corporación Mondragón se justificó el aplazamiento por "problemas de agenda", mientras que en Fagor Electrodomésticos la excusa fue que no habían sido convocados formalmente a la reunión, algo que desmienten desde la Diputación de Gipuzkoa.
Probablemente, el hecho de que el lugar de la reunión fueran las oficinas de la Agencia de Desarrollo de Debagoiena, situadas en Arrasate, pudo ser un argumento más que suficiente para pedir el aplazamiento del encuentro y su celebración en otro lugar, dada la situación de tensión e incertidumbre que estos días se palpa entre los habitantes de la localidad guipuzcoana.
De la misma forma, también hay que tener en cuenta que tomada la decisión de dejar caer Fagor Electrodomésticos poco queda ya por hacer y por plantear salvo presentar el concurso de acreedores. "En esta situación queda muy poco margen de maniobra, con lo que es muy díficil realizar nuevos planteamientos cuando no hay proyecto", manifestaron ayer a este periódico fuentes del grupo cooperativo. En la reunión, a la que también acudirán representantes de la Diputación de Bizkaia, debido a la planta que Fagor Electrodomésticos tiene en Basauri, se van a analizar las posibles medidas que se pueden adoptar.
ENCIERRO EN BASAURI
Los trabajadores de Edesa de Basauri, cuya plantilla supera los 200 trabajadores, adelantaron a la noche de ayer el encierro en las instalaciones de la empresa para exigir el mantenimiento de la compañía y su reubicación en las cooperativas de Mondragón, como va a a ocurrir en el caso de los socios cooperativistas. Los empleados instalaron varias casetas, junto al almacén de la planta, donde están llevando a cabo el encierro en grupos de diez personas, que se irán turnando, para mantenerlo de manera indefinida hasta que se dé una solución a la plantilla.
Reclaman que no se "cierren" las plantas y que se busque la "viabilidad" del grupo. Además, exigen que se impida un "desmantelamiento industrial" porque, a su juicio, es lo que ocurriría si finalmente desaparece el grupo. Otra de sus reclamaciones tiene que ver con las características de los socios de Edesa, que cotizan a la Seguridad Social y no a Lagun Aro, como en el caso de otros cooperativistas, situación que les lleva a reclamar no se les "olvide y discrimine".
El secretario general de la patronal guipuzcoana Adegi, José Miguel Ayerza, reconoció ayer que el efecto arrastra por la situación de Fagor acarreará "el cierre de empresas y más desempleo en Gipuzkoa y Euskadi". En declaraciones a Radio Euskadi, recordó que las cifras facilitadas por Fagor hablaban de compras que realizaban a proveedores de Euskadi de en torno a 135 millones de euros y a nivel del Estado de 250 millones. "Hablamos de cifras significativas que van a acarrear, sin ningún lugar a dudas, algunos cierres de empresas y el incremento del desempleo en Gipuzkoa y en Euskadi", subrayó.