MADRID. El Banco Santander y El Corte Inglés cerraron ayer una alianza estratégica por la que la entidad presidida por Emilio Botín desembolsará unos 140 millones para hacerse con el 51%, y por lo tanto el control, de la financiera de los grandes almacenes, según informaron fuentes próximas a la operación.
Además, la joint venture permitirá a El Corte Inglés, al perder el control de su financiera, dejar de incluir en su contabilidad unos 1.500 millones de euros en deuda, lo que a su vez le permitiría obtener una calificación crediticia más alta de cara a futuras emisiones.
La alianza entre el Santander y la financiera de El Corte Inglés (ECI), la más grande de España, supondrá la creación de un gigante con unos nueve millones de clientes, que a partir de ahora tendrán acceso a una oferta más amplia de productos.
La financiera de El Corte Inglés tiene un volumen de negocio próximo a los 6.500 millones, está valorada en unos 415 millones y los grandes almacenes cobrarás un dividendo extraordinario de 140 millones antes de cerrar la operación. Las negociaciones para cerrar esta alianza se iniciaron hace meses y estuvieron a punto de cerrarse antes de que El Corte Inglés lograra el acuerdo para refinanciar el 76% de su deuda, unos 3.800 millones, con media docena de entidades, entre ellas el Santander.
Sin embargo, la cadena de distribución optó finalmente por renegociar buena parte de su deuda con la banca y, posteriormente, avanzar en las conversaciones con la entidad de Emilio Botín, cuya financiera, Santander Consumer Finance, es la segunda más grande de España.
La operación puede servir para que El Corte Inglés reduzca todavía más su deuda, aunque con ese fin los grandes almacenes también planeaban lanzar una emisión de bonos de 500 millones de euros, que ahora, teniendo ya a Santander como socio, podría ser más atractiva.