BILBAO. El Gobierno vasco es partidario de impulsar la participación de los trabajadores de la CAV en las empresas mediante su entrada en el capital como accionistas. Ello favorecería un nuevo sistema de relaciones en el seno de las empresas más cercano al modelo alemán, según señaló ayer en la Cámara de Comercio de Bilbao, Arantza Tapia, la consejera vasca de Desarrollo Económico.
Tapia se mostró favorable a adoptar modelos de gestión en las compañías más participativos en los que tanto la empresa como los trabajadores se impliquen en "hacer un diagnóstico compartido y trabajar juntos". Para la consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco el modelo "empresa-empresario versus sindicato", tal y como se plantea en la negociación colectiva en Euskadi, está ya caduco.
La octava huelga general celebrada en Euskadi en los últimos años, la de este pasado jueves, y el hecho de que gran parte de la negociación colectiva sectorial territorial esté paralizada movieron a la reflexión a Tapia que señaló que cuando se habla de la importancia de la innovación en la empresa, no solo hay que tener en cuenta la capacidad tecnológica, sino también la innovación "en los modelos de gestión y en las formas de trabajar en la empresa".
La consejera realizó estas propuestas en Bilbao en el espacio Los viernes en la Cámara y explicó las políticas que prepara el Ejecutivo vasco para apoyar el desarrollo industrial en Euskadi.
A la vista de la confrontación generada en el seno de las empresas por las diferencias tan acusadas existentes entre las patronales y los sindicatos, básicamente ELA, Tapia reiteró la necesidad de adoptar modelos de gestión en las empresas "más participativos", con más colaboración entre empresa y trabajadores. Así, el Gobierno vasco vería con buenos ojos la entrada de los trabajadores en el capital de las empresas como accionistas y prepara un fondo económico para ayudar a los colectivos que quieran dar ese paso.
El modelo de participación de los trabajadores como copropietarios de las empresas -sin llegar a ser cooperativas- ya está probado en Euskadi con éxito en sociedades anónimas. Un ejemplo es el de la compañía Etxe-Tar. La empresa de Elgoibar que dirige Josu Azkue nació hace medio siglo con una docena de socios fundadores y actualmente es un grupo con 300 trabajadores en los que una parte de los mismos es accionista de la sociedad.
competividad La participación financiera de los trabajadores en las empresas permitiría anclar los centros de decisión de las mismas en Euskadi y desarrollar una política más flexible para mantener la competitividad.
Tapia defendió otro modelo de gestión que evite la confrontación estéril en el seno de las empresas y señaló que "en una sociedad moderna hay que dar un paso más, que significa que todos hagamos un diagnóstico común, trabajemos con una estrategia común, y trabajadores y empresas busquen un acercamiento a través de una implicación muy concreta en ese modelo único", afirmó la política guipuzcoana.
La consejera de Desarrollo Económico indicó que es totalmente necesario fomentar una mayor participación del trabajador en la empresa "buscando un nuevo modelo de gestión, y sobre todo implicación e incluso participación en capital". Todo ello sin perjuicio de las medidas de apoyo a la financiación de las empresas y a determinados proyectos estratégicos con carácter "tractor" para la industria de la CAV,
También se mostró receptiva a la petición de las empresas familiares vascas de que se articulen medidas para que directivos y trabajadores puedan acceder a la propiedad de las compañías, algo que destacó recientemente el presidente del Grupo Arteche, Jose Javier Arteche en una entrevista en este diario.
En este sentido, la consejera recordó que "estamos perdiendo centros de decisión porque determinadas empresas, que son familiares y han agotado su camino, se venden a otro tipo de capitales o empresas que no tienen su centro de decisión en Euskadi", algo que, según la titular de Industria del Gobierno vasco, se "podría solucionar si ayudamos a que equipos directivos y trabajadores tomen parte en la gestión de la empresa, incluso a través de su entrada en capital, y trabajadores y empresa vayan de la mano y sean partícipes del mismo modelo".
Tapia recordó a los sindicatos que en la empresa "hay que dar voz", además de a los representantes sindicales, al resto de trabajadores. En su opinión "tenemos que pasar del esquema empresario versus sindicato a que el empresario se acerque, cuente qué es lo que está pasando en la empresa, y que los trabajadores sientan que la empresa es también parte suya". La consejera precisó que, a través de esos mecanismos, se podrá "dar un salto para salir de la confrontación que estamos viviendo en este momento".