Bilbao
Muchos aficionados al fútbol le recuerdan por aquel gol anulado a Rivaldo que privó al Barça de ganar en el Bernabéu en la temporada 2000/2001. Su decisión levantó ampollas en Barcelona. Se dice que Pep Guardiola, entonces capitán blaugrana, llegó a acusarle en el campo de "jugar con los sentimientos de un país".
Como árbitro de Primera División, Losantos Omar tuvo que hacer frente a situaciones de gran tensión y responsabilidad, pero seguramente su paso por los campos de fútbol le ayude en la nueva etapa que inicia como director de Trabajo del Gobierno vasco. A partir de ahora debe hacer de juez en contiendas con mucho más en juego que tres puntos.
José Javier Losantos Omar, Xabier, nació en Bilbao en 1960 y estudió Derecho en la Universidad de Deusto. Como abogado ha trabajado en servicios jurídicos sindicales e institucionales, como Osakidetza o el Departamento de Interior del Gobierno vasco. Pero sobre todo es conocido por su paso por el mundo del fútbol, que inició de jugador en varios equipos de Regional, como recuerda Urizar Azpitarte, colega retirado en los años noventa, amigo y compañero de trabajo fuera de los terrenos de juego.
"Conocí a Xabier cuando jugaba en el Bermeo, luego empezamos a trabajar juntos en una empresa de distribución", evoca el excolegiado vizcaino, quien define a Losantos como una persona "de muy buen trato", al que "no le gustan las discusiones ni las broncas". Tanto es así que Urizar Azpitarte llega a afirmar que era "demasiado bueno para ser árbitro". "Era muy conciliador. Intentaba quedar bien con todos y eso en el fútbol no siempre puede ser", explica.
Pero esa pequeña falta cuando vestía de amarillo puede tornarse en virtud en su nuevo cargo de director de Trabajo, una de las carteras más complicadas en Lakua en una coyuntura en que los ERE y los conflictos laborales están a la orden del día y la necesidad de medidas que generen empleo es mayor que nunca. Losantos tiene mucha paciencia y es muy conciliador, según Urizar Azpitarte. Dos cualidades que le servían en los campos de fútbol para no recurrir a las tarjetas a las primeras de cambio, y que a partir de ahora le pueden valer al mediar en un conflicto entre empresas y trabajadores. "Tampoco se arrugaba si tenía que expulsar a alguien. Si no quedaba más remedio sacaba tarjetas, pero su capacidad de aguante era bastante grande. Creo que eso le va a venir bien en su nueva etapa en el Gobierno", asegura su colega.
Prácticamente acaba de tomar asiento en el Departamento de Empleo, pero Losantos ya ha comenzado ha trabajar. Se estrenó como director de Trabajo en un acto público en el Congreso de CC.OO. de Euskadi celebrado en el Palacio Euskalduna la segunda semana de enero, en el que precisamente tuvo lugar el primer discurso de puertas hacia fuera del nuevo consejero Juan María Aburto. Este mes, Losantos Omar también se ha estrenado en el barro de los conflictos laborales, concretamente en el que enfrenta a sindicatos de gasolineras con las patronales Cebek y Aevecar, enquistado desde hace casi un mes y cuya resolución no se antoja sencilla.
Y es que entre las tareas que deberá abordar a partir de ahora hay una que guarda una gran similitud con su etapa como árbitro de Primera División. En realidad ahora deberá arbitrar otro tipo de partidos, los que se juegan entre empresarios y trabajadores. No corren buenos tiempos para las empresas vascas, lo que unido a los últimos cambios en la legislación laboral ha congelado la relación entre patronales y sindicatos en la mayoría de sectores. Sin margen para el acuerdo, los conflictos tanto a nivel de empresa como a nivel de sector se han disparado durante la crisis.
En el origen de los conflictos muchas veces están los ERE, que también pasarán a partir de ahora por manos del antiguo colegiado. El veredicto de su gabinete no será vinculante en primera instancia después de que Rajoy haya suprimido la necesidad de la autorización previa de la administración, pero sí tendrá mucho que ver con lo que decida posteriormente el juez en el caso de que una de las partes lleve el expediente a los tribunales.
La huelga de los empleados de las gasolineras vizcainas es solo el ejemplo de lo que se va a encontrar Losantos al intentar poner orden entre sindicatos y empresarios. La última reforma de Mariano Rajoy ha levantado un muro en el centro de las relaciones laborales hasta el punto de que el entramado de convenios vascos actual corre serio riesgo de desaparecer el próximo 7 de julio. Esa fecha pende como la espada de Damocles sobre los agentes sociales vascos, obligados a explorar un acuerdo intersectorial de mínimos si quieren seguir siendo los principales actores en la negociación colectiva.
Todo este proceso será seguido de cerca por el titular de Trabajo, en aras de favorecer que las negociaciones lleguen a buen puerto. Entre sus muchas funciones, Losantos tiene encomendada la tarea de "apoyar los acuerdos en materia de negociación colectiva alcanzados por los agentes sociales", indican desde el Departamento de Empleo.
hombre de confianza El exárbitro de fútbol es uno de los hombres de confianza de Aburto en el departamento y, además de coordinar los recursos económicos y la asesoría jurídica de Empleo, será uno de los principales motores del Gobierno de Urkullu en la lucha contra el paro. Entre sus objetivos figura el de reforzar las políticas del sector público a favor del empleo y elaborar la planificación y las directrices en materia de políticas activas del Gobierno vasco. Taponar la hemorragia del mercado de trabajo es uno de los frentes clave del nuevo Ejecutivo jeltzale pero a la vez de los más complicados.
"Es una persona capaz y seguro que lo hará muy bien", advierte Iñaki Gómez Mardones, presidente de la Federación Vizcaina de Fútbol, otro de los que conoce bien a Losantos Omar. "Era un árbitro muy cercano. Era tranquilo pero con carácter", dice Mardones. Quienes le conocen le auguran un notable éxito en su nueva responsabilidad en Lakua. La crisis no ayuda, pero después de diez años calmando los ánimos de históricos como Djalminha o Figo debe de ser más sencillo entenderse con cualquiera.