bilbao. La Guardia Civil ha detenido a dos personas como presuntos autores de un delito continuado de estafa a Nervacero, la acería situada en Trapagaran, a la que engañaron con el suministro de chatarra por importe de varios millones de euros, según informó ayer el instituto armado.
Las investigaciones comenzaron el pasado mes de febrero cuando la empresa Nervacero, perteneciente al grupo catalán Celsa, denunció ante la Guardia Civil irregularidades en la clasificación de chatarra y materia prima de producción en la acería cometida presuntamente por algunos de sus empleados.
Los trabajadores, que actuaban presuntamente en connivencia con varias empresas proveedoras, no solo tramitaban la admisión de chatarra encubriendo su verdadera calidad, sino que realizaban complejas operaciones de adición de material en stock, siempre en perjuicio de la empresa, para dificultar el descubrimiento del fraude evitando la alteración de las propiedades finales del producto.
839.000 euros en metálico Según la Guardia Civil, el montante total estafado se encuentra pendiente aún de cuantificar, pero puede estimarse que ascendería a decenas de millones de euros. En la operación se han intervenido más de 839.000 euros en metálico, varias cajas de seguridad en diversas entidades bancarias, bloque de cuentas por un valor de 150.000 euros, cinco viviendas, entre ellas un chalet y un dúplex, nueve plazas de garaje y trasteros, así como vehículos de alta gama.
Como se recordará, Nervacero ha llevado a cabo en los últimos meses diversas medidas de regulación en su plantilla, formada ahora por unos 300 empleados. El verano pasado aprobó un ERE para medio centenar de empleados y este mismo año ha aplicado una rebaja salarial cercana al 20% a todos los trabajadores de la acería.