BILBAO. La cooperativa de crédito Ipar Kutxa se ha adherido al Código de Buenas Prácticas que incluye medidas que buscan minimizar el problema de los desahucios para las personas que se encuentran en el umbral de la exclusión social.

Según ha informado hoy en un comunicado esta entidad de ahorro, la adhesión a este código está en consonancia con su concepto de responsabilidad social corporativa y su "política histórica de dar prioridad a las refinanciaciones viables de deudas con garantía hipotecaria sobre viviendas habituales".

Todas las cajas y grupos de cajas de ahorros estatales -entre ellos Kutxabank y la Caja Laboral- y la mayoría de bancos se han adherido a este Código de Buenas Prácticas, impulsado por el Gobierno, que establece la dación de la vivienda en pago de la hipoteca en el caso de que la familia afectada tenga a todos sus miembros en paro, sin ingresos ni actividad económica y sus cuotas hipotecarias sean superiores al 60 % del conjunto de sus ingresos.

Además, la vivienda deberá ser la única propiedad del hipotecado y no podrá valer más de 200.000 euros en las ciudades con más de un millón de habitantes; 180.000 euros en las de más de medio millón; 150.000 euros si superan los 100.000 ciudadanos; y un límite de 120.000 euros en las poblaciones de menos de 100.000 habitantes.

En el caso del País Vasco, esto supondrá que solo se aceptará la dación en pago de pisos de hasta 120.000 euros, salvo en las tres capitales y Barakaldo (Bizkaia), donde las viviendas podrían valer hasta 150.000 euros.