Bilbao. El Govern catalán tiene previsto aplicar un nuevo recorte salarial del 2% a los empleados públicos de la Generalitat, que se vería reflejado en la paga de diciembre de este año y que se sumaría a la rebaja del 3% planeada ya para la nómina de junio, coincidiendo con la paga extraordinaria, según se desprende de las palabras de ayer del president de la Generalitat, Artur Mas.
Mas aseguró, en cualquier caso, que estos planes quedarían anulados si el Gobierno español, encabezado por Mariano Rajoy, decide en las próximas semanas imponer por su cuenta una rebaja general en el sueldo de los funcionarios de todo el Estado. "Estamos pendientes de si la medida se traslada al conjunto del Estado o no", aseguró el president durante una comparecencia conjunta con el presidente Canario, Paulino Rivero, de visita institucional a Catalunya.
Con todo, los cerca de 230.000 funcionarios de la administración pública catalana verían reducido su salario algo menos del 5% en 2012. Ya a primeros del mes de enero Mas advirtió que así sería, aunque el pasado 17 de febrero el Govern anunció que se rebajaría el salario de los trabajadores públicos en un 3%, aplicado en la nómina de junio. Ahora, con el anuncio de ayer de Mas, el recorte previsto vuelve a situarse en torno al 5%.
Mas insistió ayer, para frenar el rechazo sindical, en que él ya advirtió de este ajuste salarial: "No hay nada nuevo, ya hablé de que el ajuste de estas condiciones laborales en Catalunya en 2012 quedaría en torno al 5%, un poco por debajo".
Pero el rechazo al anuncio fue casi unánime entre los sindicatos y los partidos de la oposición. "No puede ser que el ajuste pase por rebajar el salario de los funcionarios", insistieron ayer fuentes de UGT y CC.OO. de Catalunya. Desde el sindicato Catac, catalogaron el anuncio de "previsible, porque el Gobierno aplica los recortes sobre los más débiles, mientras continúa malgastando dinero por otros lados, y eso demuestra que la ciudadanía no le interesa". Sindicatos que saldrán a la calle para protestar por este tipo de medidas, y es que incluso antes de que Mas realizase esas afirmaciones, habían convocado una jornada de protesta ante la Cámara catalana mañana miércoles.