madrid. El Banco Popular anunció ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su intención de hacerse con el control del Banco Pastor, una entidad que no superó los últimos test de estrés aplicados desde Europa a la banca estatal. De materializarse, se convertirá en la segunda fusión de bancos en el Estado desde el inicio de la crisis, tras la del Guipuzcoano y el Sabadell.
El Popular trasladó a los accionistas relevantes del Pastor su interés en participar en una operación de integración, consistente en una oferta dirigida a la totalidad del capital del banco gallego. La oferta del banco que preside Ángel Ron está condicionada al compromiso irrevocable de aceptación de los accionistas del Pastor que representen al menos el 50,1% del capital social. Concretamente, la oferta consistiría en un canje de 1,115 acciones de nueva emisión del Popular por cada acción de Pastor y de 30,9 acciones de nueva emisión del Popular por cada obligación necesariamente convertible del Pastor. Según el precio que marcaban las acciones de ambas entidades en el momento del anuncio de la suspensión de cotización, la oferta del Popular alcanza los 1.360 millones de euros y supone una prima del 31,25% sobre los títulos del banco gallego.
La Asociación Española de Banca dijo que la fusión sería "excelente" tanto para los accionistas y empleados como para los clientes de las entidades, mientras que el secretario general de la sección de banca de CC.OO, José María Rodríguez, pidió al Banco de España que investigue la filtración que ha "precipitado" la absorción del Banco Pastor por parte del Banco Popular y por la que "alguien se ha forrado hasta el punto de tener que suspenderse la cotización", denunció el sindicato.