Nervacero no acerca posturas con los sindicatos sobre el ERE con 73 despidos
BILBAO. Según han informado fuentes sindicales, la dirección ha exigido que cesen los paros parciales de protesta antes de iniciar una "negociación en serio" con el comité de empresa, que mañana ha convocado una asamblea de trabajadores para decidir si continúan con las movilizaciones.
Con independencia de lo que se decida en esta asamblea, la dirección y el comité de empresa -integrado por UGT, ELA, LAB y CCOO- se reunirán el próximo jueves con el propósito de fijar un calendario de reuniones para tratar de alcanzar un acuerdo sobre la aplicación del ERE.
Nervacero, perteneciente al grupo Celsa y que cuenta con una plantilla de unos 480 trabajadores, se dedica a la fabricación de acero corrugado para el sector de la construcción y obra civil y ha presentado dos ERE de suspensión de contratos en los últimos dos años.
El pasado jueves la dirección presentó un nuevo expediente al comité de empresa "como solución necesaria para garantizar la viabilidad" de la planta, según informó en su momento Nervacero.
La firma siderúrgica justificó el ERE en las "fuertes pérdidas económicas" desde 2008 y en la necesidad de "adaptar el volumen de producción a la falta de demanda, actual y prevista" por el "hundimiento" de la construcción.
En esa misma reunión del día 8, la dirección presentó un plan social con "la recolocación de todos los afectados a través de prejubilaciones, excedencias complementadas y contrataciones en empresas del grupo próximas geográficamente, así como en contratas que realizan servicios en la propia planta" de Trapagaran.
Sin embargo, el comité criticó el citado plan porque, según denunciaron los sindicatos, implicaba desplazamientos de trabajadores y recolocaciones en otras empresas del grupo con condiciones laborales inferiores.