bilbao. Un empleado de la construcción murió ayer en las obras del nuevo centro del IMQ en Zorro-tzaurre, al caerle encima un palé que colgaba de una altura de unos diez metros. El operario, de 45 años y vecino de Bilbao, falleció en el acto a pesar de que contaba con todas las medidas de seguridad, según explicaron algunos de sus compañeros minutos después del suceso.
El siniestro se produjo a eso de las cuatro y media de la tarde, cuando la víctima, que pertenecía a una compañía cristalera, se encontraba colocando un panel de gran tamaño en una de las fachadas de la que será la mayor clínica privada de Euskadi. Dicho palé estaba siendo desplazado por una grúa y el trabajador, desde el suelo, se disponía a acceder a él cuando, por causas que se desconocen, el mecanismo de la grúa falló y el panel cayó sobre su cabeza, causándole la muerte de manera instantánea, sin que los servicios sanitarios que se desplazaron al lugar pudieran hacer nada por salvar su vida. El juez ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Servicio de Patología Forense de Bilbao.
Según relataban sus compañeros poco después del suceso, quienes apelaban a "la fatalidad" como causa del accidente, la víctima llevaba puesto el casco y todas las demás herramientas de seguridad en el momento en que el panel se precipitó sobre él. Tras ocurrir el accidente, todos los operarios del edificio, más de una centena, fueron desalojados para proceder al levantamiento del cadáver.
A pesar de que el número de siniestros laborales baja cada año, con este caso son ya 25 los fallecidos en la CAV por accidentes en el trabajo en lo que va de año. El último siniestro laboral mortal anterior al de ayer se produjo a comienzos de agosto, cuando un operario de la construcción falleció en un hospital de Donostia unos días después de caerse desde una altura de cinco metros en una obra de la capital guipuzcoana. La Inspección de Trabajo determinó entonces que la obra carecía "de las más mínimas medidas de seguridad".