laS naciones y las empresas que puedan llevar la innovación desde los laboratorios al mercado superarán claramente a aquellas incapaces de lograrlo. De arriba abajo, de abajo arriba, ¿Cuál es el mejor modelo para la transferencia de tecnología? Examinemos dos modelos nacionales con éxito: Finlandia e Israel.

Finlandia y una de sus empresas estandarte, Nokia, constituyen un claro ejemplo de una transferencia de tecnología eficiente. Finnish Rubber Works (la predecesora de Nokia) nació en l898 para la fabricación de calzado de goma, y se ubicó junto a la localidad de Nokia. Tras la Segunda Guerra Mundial, Rubber Works compró Finnish Cable Works, como proveedor de cables eléctricos y de comunicaciones.

Finlandia ha contado históricamente con un mercado abierto para los operadores y proveedores de telecomunicaciones. En consecuencia, durante su historia, Nokia ha tenido que competir con los mejores productos y tecnologías disponibles para imponerse en el negocio de las telecomunicaciones. Cable Works creó un departamento de electrónica a finales de la década de 1960 que suponía el 3% de los ingresos de la nueva empresa

Durante los años 60, Nokia se convirtió en un importante proveedor de radioteléfonos y supo reconocer el potencial de utilización de la misma tecnología en teléfonos para el consumidor. En 1992, Nokia se deshizo del negocio de papel y goma y se centró en las telecomunicaciones en el competitivo mercado finés.

Finlandia se promociona como el portal comercial al Norte de Europa, basándose en su experiencia de comercio con Rusia, Escandinavia y los estados bálticos. Su escasa población ha obligado a sus empresas a la exportación.

El Ministerio de Comercio e Industria de Finlandia colabora estrechamente con las empresas finlandesas si bien Finlandia a elegido "incubar" su tecnología a través de la industria. Proporciona algunas prioridades nacionales pero, generalmente, deja al mercado establecer la dirección que, en casos como Nokia aun la competencia internacional y la alta exigencia del mercado de telecomunicaciones nacional constituyen fuerzas impulsoras para el éxito.

Hay pocas empresas finlandesas de gran tamaño; por esta razón, el enfoque se realiza sobre empresas más pequeñas y joint-ventures internacionales con una fuerte orientación comercial.

Israel se ha centrado en empresas de alta tecnología, creando una amplia red mundial. La remota ubicación geográfica de Israel ha llevado a la producción de productos de alto valor que puedan soportar los costes de distribución. Desde 1991, el proceso de paz aceleró el camino hacia una industria de alta tecnología, obligando a muchas empresas del sector de defensa a reorientar sus actividades hacia el mercado de consumo.

Israel ha elegido "incubar" su tecnología a través de un sistema formal. El sistema establece prioridades y asigna recursos para su soporte, reconociendo de antemano potencialidades ya existente. El sistema se ha diseñado para explotar estas características, además de proporcionar recursos suficientes para alcanzar el éxito.

La economía israelí se ha alejado de la agricultura y la defensa para orientarse hacia la industria farmacéutica, equipos médicos, telecomunicaciones y software. Israel se está volcando en campos diversificados (pero en los que se ha identificado capacidades desarrollables en su tejido) entrando en nichos muy concretos dentro de las áreas mencionadas como son el desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades específicas como el Alzheimer, en el sector farmacéutico, o desarrollando nuevos métodos criptográficos para la seguridad informática, en el del software. La mayoría de estas iniciativas utilizan la infraestructura pública israelí para desarrollar la industria de hoy y lograr nuevas oportunidades de futuro.

En Israel, la investigación industrial sirve como puente entre su infraestructura académica-tecnológica. El gobierno ha otorgado una alta prioridad a la construcción del puente que soporta los programas administrados a través del Ministerio de Industria y Comercio. Israel cuenta con dos universidades punteras: Technion (Israel Institute of Technology) y sus fuertes lazos con MIT, y el Instituto Weizmann, su industria de alta tecnología y una mano de obra altamente cualificada. Israel ocupa un lugar privilegiado en cuando a patentes per cápita comparada con el G7, los tigres asiáticos y otros países con un PIB per cápita similar.

En Israel, el protocolo para la promoción de la I+D industrial está altamente desarrollado. Se dispone de ayuda financiera, no sólo para I+D, sino también para planes de negocio y de marketing. Además, para garantizar que las ideas puedan tener una salida comercial y no fallen por falta de soporte, se han establecido "incubadoras" de tecnología, huyendo de la centralización, en ubicaciones por todo el país. Israel tiene también un programa de apoyo a tecnologías precompetitivas genéricas.

Los modelos finlandés e israelí demuestran que no es necesario ser un país del G7 para lograr el éxito a la hora de obtener resultados empresariales rentables de la tecnología. Sin embargo, ponen de relieve algunos factores comunes para el éxito.

En primer lugar, la tecnología debe crearse sobre una base científica sólida. En segundo lugar, se debe aplicar un eficiente programa de protección de la propiedad intelectual. En tercer lugar, las nuevas empresas deben disponer de recursos adecuados para su establecimiento. Ya sea capital de lanzamiento o de riesgo, o una alianza con una compañía multinacional, ambos modelos se basan en fondos suficientes para establecer un negocio continuado.

En cuarto lugar, el proceso de comercialización ha sido eficaz. Esto significa que debe ser rápido y muy directo. La tolerancia para salidas en falso es escasa. Un uso ineficaz del tiempo proporciona a otros la oportunidad de alcanzar el éxito en primer lugar y malgasta recursos. En el modelo israelí los participantes y sus objetivos reciben atención pública pero también se aumenta la presión del tiempo debido a la transparencia del proceso.

Los finlandeses están aprovechando además sus avanzadas capacidades en electrónica y telecomunicaciones dentro de un marco abierto y de alta exigencia de mercado, su ubicación, su alto nivel de educación y su dinamismo para asociarse con empresas de todo el mundo. Los israelíes por su parte están utilizando su base intelectual, su estilo empresarial y su red mundial.

¿Desde arriba hacia abajo o desde abajo hacia arriba? Estos dos casos demuestran que, probablemente, no importa. Sea el sistema de arriba hacia abajo, a la inversa, o intermedio, el éxito se basa en lograr los atributos fundamentales de un sistema eficiente. El reto consiste en diseñar un modelo propio logrando el correcto equilibrio adaptando las líneas maestras del modelo a las condiciones locales.