BILBAO. Según ha informado La Naval, el Fallpipe 340 es un buque de "altísimas prestaciones, de naturaleza única en el mercado", destinado a la ubicación de piedras de mediano tamaño en el fondo del mar a través de una tubería guiada con una profundidad máxima de 1.700 metros.
Estas piedras, que en su total podrán pesar hasta un máximo de 32.000 toneladas, son transportadas en el barco en dos grandes cántaras situadas en cubierta. Tiene como objeto cubrir tendidos submarinos de cable o tubería o de fijar estructuras de explotación marina asociadas al gas y/o petróleo.
La construcción de este barco está previsto que se prolongue durante aproximadamente dos años desde la fecha de hoy, implicando una carga total entre mano de obra propia y subcontratada superior a 1.800.000 horas de trabajo.
El contrato asegura carga de trabajo hasta 2013. Este buque será el noveno construido por La Naval para el Grupo Jan de Nul desde 2002. Esta larga y exitosa cooperación es el resultado de la competencia del astillero en la construcción de estos busques complejos y de la confianza entre La Naval y el grupo Jan de Nul.
CHARLES DARWIN
Por otra parte, el pasado 14 de febrero tuvo lugar la entrega a Jan de Nul de la draga Charles Darwin, cuya construcción fue iniciada por La Naval en 2009. Se trata de una draga de 30.500 m3 de capacidad de transporte y succión hasta 94 metros de profundidad, pero especialmente diseñada para operar en aguas de menor profundidad.
Con unas dimensiones de 161,5 metros de eslora y 40m de manga, tiene limitado su calado a 12 metros.
Por otro lado, las formas de su casco han sido optimizadas permitiendo alcanzar la velocidad en mar abierto de 16 nudos con una potencia total instalada de 21.600 kW, lo que mejora su rendimiento en cuanto a su consumo de fuel y reducción de emisiones.
La draga está equipada con dos brazos de succión con sendas bombas sumergidas de 3.400 kw cada una, o que permite dragar hasta las profundidades de 94 metros mencionadas. Dos bombas de descarga a bordo adicionales permiten desalojar la carga transportada expulsándola por proa, como medio alternativo al vaciado a través de las puertas de descarga en el fondo del barco que permiten la caída libre de la carga al mar.
En la construcción del barco se han mejorado los plazos inicialmente acordados y se ha entregado al armador 14 días antes de la fecha contractual.