BILBAO. El departamento de Ingeniería del astillero de La Naval de Sestao trabaja ya en los planos del nuevo barco encargado por el armador belga Jan de Nul y el próximo mes de febrero se podría iniciar las tareas de corte de chapa, según han informado fuentes sindicales.

Se trata de un buque minero (fall pipe) similar al "Simon Stevin", construido para este mismo armador en las gradas de Sestao y entregado el pasado mes de febrero. Con 191 metros de eslora y 35.000 toneladas de peso muerto es el barco más grande de este tipo construido hasta el momento.

La dirección se ha reunido esta semana con los representantes de los trabajadores y les ha informado de que la marcha del contrato va según lo previsto y que solamente quedan "algunos flecos" en el tema de los avales, que confían en cerrar próximamente, según han explicado a Efe las fuentes citadas.

Según el contrato firmado el pasado mes de julio el barco podría estar terminado a finales de 2012.

El contrato que se ha complicado, por problemas con los avales del propio armador, según han informado las fuentes sindicales, es el que se contemplaba para construir un barco destinado a la instalación de aerogeneradores eléctricos en alta mar.

Las posibilidades de que este contrato salga finalmente se van reduciendo con el tiempo ya que, según las fuentes, el coste de la construcción se va encareciendo y el astillero no puede iniciar dos proyectos al mismo tiempo, sino que debe solaparlos.

De momento, y en un horizonte próximo, La Naval no tiene más proyectos consolidados, aunque, según han revelado fuentes sindicales, la dirección les ha informado, "y nosotros no tenemos porqué dudar de ello, aunque hay que ser prudentes", de que está trabajando en varias operaciones con distinto grado de maduración.

En este marco, el próximo día 30 comenzará las pruebas de mar, a lo largo de todo un mes, la draga de succión "Charles Darwin", encargada también por Jan de Nul, el último barco que ha salido de las gradas de Sestao.

Se trata, según han explicado fuentes de la empresa, de una draga más pequeña que las "Cristóbal Colón" y "Leiv Eiriksson", las mayores del mercado, construidas también por este mismo astillero para el armador berga.

Su diseño, según el astillero, está especialmente optimizado para navegar y trabajar en ubicaciones de menor calado, por lo que dispone de mayor versatilidad que otras grandes dragas del mercado.

El barco tiene 181 metros de eslora, 40 de manga y 17,50 de puntal. La potencia instalada supera los 21.600 kilovatios y sus brazos de succión pueden trabajar a una profundidad máxima de 93,5 metros.

El nuevo barco en el que ya trabaja el departamento de Ingeniería de La Naval es similar al "Simon Stevin", un prototipo diseñado por el astillero de Sestao según los requisitos del grupo Jan De Nul.

Es un buque minero de 191 metros de eslora, con tubo de descarga vertical con posición dinámica que puede descargar roca de manera precisa a una profundidad de 1.700 metros y que se utiliza en la industria 'off-shore', para la instalación tuberías de gas y petróleo a grandes profundidades.

El "Simon Stevin" cuenta con alojamiento para 70 personas, tiene una capacidad de 32.500 toneladas, un 25% más que el buque flotante más grande de este tipo hasta ahora, que tenía una capacidad de 25.960 toneladas, y puede descargar hasta 2.000 toneladas de piedras por hora.

Hasta la construcción del "Simon Stevin", todos los barcos mineros con tubo de descarga vertical con posición dinámica eran buques transformados. El botado en el astillero sestaotarra fue el primero diseñado y construido a propósito para trabajar a gran profundidad.

La parte inferior del tubo es dirigida por un barco submarino no tripulado, denominado Remote Operated Vehicle (ROV), apto para trabajar hasta una profundidad de 2.000 metros y que corrige con precisión la posición de la boca de descarga.

Además, el tubo de descarga vertical, cuyo módulo se construye en Bélgica, es capaz de tratar rocas con un diámetro hasta 400 milímetros, lo que es más que cualquier otro buque de este tipo existente en el mercado.

El grupo Jan De Nul se adjudicó el pasado 18 de agosto el contrato para el dragado de la entrada norte del cauce de acceso Pacífico, en el programa de ampliación del Canal de Panamá por un monto de 54,5 millones de dólares.

De momento los trabajadores de La Naval siguen inmersos en el segundo expediente de regulación de empleo, aprobado el pasado mes de septiembre, que afecta a 264 trabajadores de los aproximadamente 344 que tiene la factoría. "Necesitamos más barcos", han insistido los sindicatos.