BILBAO. El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbao ha declarado en concurso voluntario a Fonorte Empresa Constructora en un auto que permitirá a Jabyer Fernández pagar el 60% de su deuda, algo más de ocho millones de euros, en cuatro años. La resolución judicial permitirá a Fernández realizar una quita del 40% restante de su deuda. Es el primer paso en un proceso que se intuye largo, debido a que Fonorte es sólo la segunda firma en capital del grupo Afer, y muy condicionado por el proceso judicial abierto en paralelo por el supuesto desvío del dinero generado en concepto del IVA en la venta de los terrenos de Sefanitro.
La Diputación de Bizkaia y algunos de sus socios presentaron una denuncia el año pasado por la desaparición de la caja de Afer de algo más de 43 millones de euros que tenían que haberse ingresado en la Hacienda vizcaína en concepto de IVA por aquella venta.
El tribunal designó asimismo como administradores concursales al abogado Edorta Etxarandio, a Inelco 2001, y a Escobosa y Asociados Auditores, Consultores, SLP.
En un auto fechado el pasado 27 de mayo, el Juzgado adopta esta decisión después de que la compañía presentara una solicitud de declaración de concurso ante su "estado de insolvencia actual".
Administradores concursales El juzgado de lo Mercantil declara en concurso, con carácter voluntario, a Fonorte, que conservará las facultades de administración y disposición sobre su patrimonio, aunque quedando sometido su ejercicio a la intervención de los administradores concursales, que deberán dar su autorización o conformidad.
El juez nombra como administradores del concurso al abogado y ex titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbao, Edorta Etxarandio Herrera, a Inelco 2001, que es uno de los acreedores, y al colegiado del colegio profesional de Economistas Escobosa y asociados auditores, consultores, SLP.
En el auto, en el que se recuerda que el administrador único de la empresa es Jabyer Fernández, se admite también a trámite la propuesta anticipada de convenio que ha formulado el deudo y que se trasladará a los administradores para que procedan a su evaluación.
Esa propuesta plantea una quita del 40% de los acreedores con privilegio especial o general que se adhieran al convenio y también del 40% para los acreedores ordinarios.
Catorce millones de deuda La empresa de Jabyer Fernández se declaró en suspensión de pagos en enero de este año con una deuda cercana a los catorce millones de euros. Es la segunda empresa en importancia del grupo Afer.
La resolución judicial admite, punto por punto, las peticiones de Jabyer Fernández. Fonorte presentó un convenio avalado por más del 80% de sus acreedores para propiciar la quita del 40%. La deuda se pagará en cuatro años partir del próximo ejercicio.
La empresa del grupo Afer entró en la vía preconcursal en enero, cuando se declaró insolvente tras constatar cómo se paralizaban muchos de sus proyectos debido a la crisis de la construcción.
Se intentó evitar el concurso, por su escasa deuda, y con el aval de las obras previstas y de sus participaciones en otros proyectos empresariales. No ha sido posible evitar la quiebra, porque el castillo de Afer se ha desmoronado en todos sus frentes.
La mayor parte de los 13,9 millones de pasivo procede de los proveedores, con cerca de 9,5. Otro millón de euros está pendiente de pago a la Hacienda Foral de Bizkaia.
Fonorte inició su actividad en 1994 y creció al calor de la actividad que generaba el boom de la construcción, con menor recorrido en la CAV que en el Estado, pero también abierto a grandes oportunidades urbanísticas. El parón del sector ha frenado en seco todas las expectativas, pero Fernández ha apostado por culpar a la Diputación vizcaina de su situación, reduciendo todos su problemas al impago del IVA de la venta de Sefanitro y a la decisión de rescindir otros contratos que tomó Bizkaia a raíz de ese supuesto fraude.
Fernández acusa a la Diputación de bloquear proyectos por valor de 32 millones de euros. Entre ellos el nuevo frontón de Bilbao, la renovación del saneamiento de Gernika y obras en Galdakao y Mungia.