bilbao. Caja Castilla-La Mancha, entidad que tuvo que ser intervenida por el Banco de España, puede jugar un papel relevante en el futuro de BBK. Sin embargo, las restricciones informativas impuestas por el supervisor financiero hacen que la propia BBK no pueda dar explicaciones sobre sus intenciones respecto a CCM ni sobre la fórmula que le permitiría asumir el control de la entidad con fuerte implantación en la zona central del Estado sin perder su raigambre vizcaina.

Así las cosas, BBK no puede ni confirmar ni desmentir su interés por la caja castellanomanchega aunque su presidente, Mario Fernández, dejó entrever recientemente que ese interés está subordinado a que las condiciones de adquisición o fusión preserven el control de la entidad resultante por la sociedad vizcaina. Según fuentes cercanas a las negociaciones, las cajas interesadas en comprar CCM deberán presentar una oferta vinculante en las próximas dos semanas y "parece que se han quedado en la recta final BBK, Ibercaja y CajAstur".

Caja Castilla-La Mancha, que ayer celebró una asamblea, lleva meses asediada por los rumores sobre las cajas que podrían estar interesadas en absorberla, así como sobre las entidades que finalmente han sido invitadas por el Banco de España para presentar ofertas y planes de negocio que la refloten. Ayer mismo el secretario regional de Comfia-CC.OO., Fernando Botica, indicó que los trabajadores de Caja Castilla-La Mancha prefieren que la fusión sea con una entidad de menor tamaño que La Caixa, que según la Cadena Ser habría sido invitada a participar en el proceso de adjudicación de la caja manchega por ser una caja "fuerte y saneada". Botica reconoció que desde el punto de vista financiero, la entidad catalana daría mayor seguridad pero remarcó que la fuerte implantación que tiene en Castilla-La Mancha hace temer por los puestos de trabajo.