Disponer de una cuenta corriente en un banco es hoy una práctica habitual para cualquier ciudadano. En ella recibes cada mes el ingreso de tu nómina o de tu pensión, en función de tu situación laboral, y en ese número de cuenta tienes domiciliados los pagos habituales de agua, luz, gas, impuestos de circulación, gastos de comunidad, el colegio de los niños... es decir, un montón de movimientos que difícilmente podrías gestionar pagando en efectivo sin volverte loco.

También tener el dinero en el banco te permite realizar cómodamente tus pagos del día a día en supermercados, gasolineras, centros comerciales, restaurantes o tiendas de barrio sin necesidad de llevar encima dinero en efectivo. El pago con tarjeta, o a través de sistemas más recientes como el bizum, se nos presenta como una forma mucho más rápida, cómoda y práctica.

Pues bien, tener el dinero en el banco es una buena opción, pero no lo es tenerlo de cualquier forma ni en cualquier cantidad. Así, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) acaba de elaborar un informe en el que asegura que "las cuentas corrientes no son el mejor sitio para mantener nuestros ahorros, ya que prácticamente ninguna entidad las premia con intereses".

Una persona se dispone a sacar dinero de un cajero. Freepik

Por eso, los expertos de esta organización señalan que "en la cuenta conviene tener solo una reserva de liquidez, que puedas usar en cualquier momento para poder hacer frente a imprevistos, como una avería del coche o una multa. Una cantidad prudente puede ser el equivalente a tres meses de tu salario".

Advierten de que "si mantienes un saldo promedio muy bajo, corres el riesgo de quedarte en números rojos y que el banco te empiece a cobrar comisiones porque te pasen un cargo inesperado o un recibo por un importe superior al que esperabas".

Si la opción de la cuenta corriente no es la mejor para tener nuestro dinero, la OCU recomienda otros dos tipos de ahorro

- Ahorro a corto plazo. Si puedes prescindir de una cantidad de dinero durante 12 meses, puedes invertir en un depósito a un plazo de un año. Recuerda que algunos no disponen de cancelación anticipada y si lo haces sería perdiendo toda la rentabilidad acumulada.

- Ahorro a largo plazo. Si tienes un dinero que no vas a necesitar durante los próximos 5 o 10 años, puedes optar por los depósitos a largo plazo y obtener algo más de rentabilidad. 

Además, la OCU también advierte de que si tus ahorros en cuentas y depósitos en un mismo banco superan los 100.000 euros, deberías repartirlos en varias entidades, ya que en la zona euro, el Fondo de Garantía de Depósitos sólo cubre hasta 100.000 euros por titular si el banco quiebra y no podría devolverte todo lo que tienes guardado en él. Si la cuenta o el depósito tienen dos titulares, la cobertura sería de 100.000 euros para cada uno.