Portugalete se juega el curso en dos regatas
La trainera de Portugalete se juega la temporada este fin de semana. Un año después de lograr el ansiado ascenso a la liga ARC-1 tras un largo y complicado periplo en la división de bronce, la Jarrillera vuelve a disputar el play-off, en este caso con el propósito de mantener la categoría. Camargo, Donostiarra B y Castreña serán los adversarios de la escuadra que dirige Gerardo Ranero en las dos regatas de la promoción. La primera de ellas tendrá lugar mañana en Colindres, a partir de las 18.30 horas. La prueba se disputará en la modalidad de contrarreloj individual con cuatro largos y tres ciabogas. La segunda jornada tendrá lugar el domingo a mediodía en aguas de la ensenada de Brazomar en Castro. Una vez computados los puntos logrados por cada trainera en las dos jornadas, los dos primeros clasificados bogarán en la ARC-1 la próxima temporada.
Portugalete finalizó la liga en undécimo lugar, dos puntos por encima del descenso directo y a diez puntos de la permanencia. Tras un inicio muy esperanzador para una trainera debutante en la categoría, con un séptimo puesto en la contrarreloj de Pasaia, la trainera amarilla fue cayendo en la clasificación general, lastrada por la mala suerte en algunos sorteos de calles en determinadas regatas. No obstante, a falta de cuatro jornadas para la conclusión de la liga regular, la Jarrillera ocupaba la novena posición, fuera de los puestos comprometidos de la tabla.
Sin embargo, las malos resultados obtenidos en las últimas regatas –especialmente el pasado fin de semana en Zarautz y Bilbao– han condenado a la trainera vizcaina a disputar el play-off por la permanencia. “El pasado fin de semana resultó duro para nosotros. Teníamos la ilusión de lograr la permanencia directa pero no ha podido ser porque nuestros rivales han sido mejores que nosotros. Eso quedó atrás y ahora afrontamos el play-off con mucha ilusión”, señala Aitzol Belasko, hankeko de babor de la trainera de Portugalete.
A pesar de encajar un duro golpe al verse abocados a disputar el play-off por la permanencia, los remeros que dirige Gerardo Ranero se muestran optimistas de cara a las dos decisivas regatas que disputarán en Colindres y Castro: “La ARC-1 es una categoría muy exigente y eramos conscientes de que la temporada iba a ser complicada. Nos toca disputar el play-off y estamos con muchas ganas de dar nuestro mejor nivel y mantener la categoría. Hemos trabajado mucho el aspecto psicológico. Partimos todos de cero”.
Desde la Jarrillera esperan una competición muy igualada entre las cuatro traineras que disputarán la promoción. “Castreña llega fuerte tras haber logrado la victoria en la última jornada de liga. Donostiarra disputa el play-off por tercer año consecutivo y siempre muestra un nivel competitivo importante. Respecto a Camargo, ha sido mejor que nosotros en las últimas regatas pero se llevaron un duro golpe al caer al play-off por unos pocos segundos. Para nosotros lo importante es que llegamos fuertes física y mentalmente”, apunta ilusionado el remero de la Jarrillera.
Corrientes y viento
La primera jornada del play-off se disputará en aguas de la ría del Asón, con la marea subiendo y con un coeficiente bastante alto. Todo ello obligará a las traineras participantes a lidiar con fuertes corrientes en el campo de regatas. Además las previsiones anuncian un empeoramiento del tiempo para mañana por la tarde. El viento del noroeste arreciará con rachas que podrían superar los 20 nudos. “Estamos tranquilos. Hemos remado en Colindres las últimas temporadas y somos conscientes de que lo que nos vamos a encontrar allí, con la marea subiendo y a unas dos horas y media de la pleamar. Además, hemos hecho buenas regatas en las contrarrelojes disputadas esta temporada –séptimos en Pasai Donibane y novenos en Orio– y confiamos en obtener un buen resultado en la primera jornada”, señala Aitzol Belasko.
La segunda regata de promoción de la ARC se disputará en mar abierto y tendrá como escenario la ensenada de Brazomar en Castro, el domingo a mediodía. Las previsiones anuncian mar de fondo de metro y medio de altura con viento moderado del nordeste. “Nuestro entrenador conoce muy bien el campo de regatas y personalmente es un escenario que me gusta. No tiene ningún río cerca y en principio no hay diferencias reseñables entre las calles. Ahora solo resta que ofrezcamos nuestro mejor nivel y seamos capaces de lograr la permanencia”, sentencian desde la Jarrillera.