Jon Iriondo, exremero: “Las condiciones de los remeros apenas han mejorado en los últimos 30 años”
El bogador ondarrutarra ha colgado el remo tras completar 27 temporadas en la élite con la Antiguako Ama, Orio, Bermeo, Castro y Portugalete
Jon Iriondo Anakabe es una auténtica leyenda del remo vasco. Tras iniciarse en la natación y alcanzar niveles más que aceptables, decidió dar el salto al club de remo de Ondarroa. Comenzó a remar en la Antiguako Ama en 1996 dando inicio a una fructífera y dilatada etapa en diferentes clubes, siempre en la élite. En 1998 se estrenó en las tostas de la trainera de Orio, donde completó un periplo de ocho temporadas en las que logró vencer en dos ocasiones en la bandera de La Concha. Posteriormente pasó a la Bou Bizkaia de Bermeo y desde allí a la embarcación de Castro, donde volvió a ondear la bandera de Donostia. Tras cuatro años en La Marinera, Jon Iriondo entró a formar parte de la tripulación de la Jarrillera de Portugalete en su periplo en la máxima división. En 2015 regresó a Ondarroa, simultaneando las labores de remero y entrenador, y la Antiguako Ama consiguió el ansiado ascenso a la Eusko Label Liga. Las cuatro últimas campañas las ha completado en Orio hasta que tomó la decisión de colgar el remo con 47 años de edad y 27 temporadas a sus espaldas. El año pasado participó en 16 regatas de la ACT.
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¿Después de estar media vida remando en trainera, con todo el sacrificio que eso entraña, lo echa de menos?
—A mí el cuerpo siempre me pide hacer deporte, mantenerse activo. Antes de comenzar a remar practiqué la natación y después de tantos años he vuelto al agua y participo en travesías. El deporte es una parte muy importante de mi vida. Es algo esencial.
¿Por qué ha decidido abandonar la práctica del remo? ¿Por qué ahora?
—Voy a cumplir 48 años y aunque físicamente me encuentro bien llegó el momento de tomar una decisión. No ha sido fácil pero remar te impide hacer muchas otras cosas. Han sido muchos años y veía la necesidad de desconectar. Hay que valorar otras cosas.
¿Qué ha pesado más a la hora de decidir dejar el remo, el aspecto mental o el físico?
—La cabeza, sin duda. Afortunadamente, en el aspecto físico me encontraba bien y de hecho participé en casi todas las regatas de la temporada con Orio. Han coincidido una serie de factores que me han llevado a tomar la decisión.
¿En qué ha cambiado el mundo del remo en estos 27 años, desde que dio sus primeros pasos en la ‘Antiguako Ama’ de Ondarroa?
—Muchos de los remeros que compiten en la actualidad no han conocido las traineras y los remos de madera. Yo viví esa transición en primera persona. En La Concha que ganamos en Orio en 1998 lo hicimos en una trainera de fibra pero con remos de madera. Desde el punto de vista de la preparación física se han producido grandes cambios. El ergómetro ha ganado peso y se hacen muchos más kilómetros de preparación en el agua. El deportista y su rendimiento están muy controlados.
¿En general, el remo está mejor que hace tres décadas?
—En los últimos años estamos viendo que no se mejoran las marcas. Cada vez se baten menos récords. Se ha reducido el número de jóvenes remeros procedentes de la cantera y aumenta la edad media de las tripulaciones. Es una pena pero es la realidad y no sólo en el mundo del remo. En la sociedad se ha producido un cambio de valores. Por otra parte, la ACT nació para reforzar y potenciar este deporte, pero las condiciones de los remeros apenas han mejorado. Si analizamos los premios de las regatas hace 25-30 años podemos comprobar que proporcionalmente eran muy superiores en comparación con los de ahora. La parafernalia es impresionante pero en ocasiones nos encontramos sin vestuarios, sin duchas. De cara a la galería es una liga potente pero queda mucho trabajo por hacer aún.
Llama poderosamente la atención el hecho de que después de tantos años no se haya creado una asociación de remeros para la defensa de sus intereses.
—Así es. Se produjeron movimientos en ese sentido pero no llegaron a cuajar. Lo cierto es que por una cosa u otra esos primeros pasos no llegaron a buen puerto y es una lástima.
Ha remado en trainera con veinte años y lo ha hecho también con 47. ¿Cuál es la etapa en la que el remero ofrece su mejor rendimiento?
—La experiencia es muy importante en el mundo del remo. Si en otros deportes se sitúa en 28 o 30 años la etapa en la que un deportista alcanza su mejor momento, en la trainera yo creo que un remero está curtido con 35 o 36 años y físicamente se encuentra a buen nivel. Insisto, la veteranía es muy importante en este deporte.
¿Cuál es el momento más especial que le han dejado sus años de remo?
—Destacaría dos momentos. Por un lado, la bandera de La Concha que ganamos con Orio en 1998 y por otro, el año que logramos ascender con Ondarroa a la Eusko Label Liga. Fue algo muy especial.
Y en el otro lado de la moneda…
—No tengo ninguna duda. Se produjo en el año 2001 cuando teníamos bien encarrilada la victoria en la bandera de La Concha y finalmente Castro nos la quitó de las manos. Cometimos una serie de errores que nos condenaron.
Además de sus muchos años tirando del remo, también dirigió durante varias temporadas a la ‘Antiguako Ama’ de Ondarroa.
—Fue una etapa muy bonita. Creamos un ambiente muy especial en el equipo y logramos el ascenso a la Eusko Label Liga. Compaginar las labores de entrenador y remero fue algo tan bonito como duro. En cualquier caso, mereció la pena el esfuerzo y quedé muy satisfecho con el trabajo realizado.
¿Cómo está viendo, ahora desde la barrera, el reciente arranque de la nueva temporada de traineras?
—Urdaibai ha comenzado muy fuerte. En los campeonatos y en las dos primeras regatas de la liga ha demostrado estar un punto por encima del resto de traineras. Tienen mucha confianza en sí mismos y su rendimiento no se ve afectado por los cambios. No cabe duda de que es el gran favorito de cara a esta temporada. Por detrás, Zierbena parece capaz de dar guerra si tiene un buen día. Hondarribia tiene un buen equipo pero no ha despertado todavía. Donostiarra, Orio y Getaria estarán en la lucha por meterse en la tanda de honor y a Ondarroa y Lekittarra les veo capaces de asentarse en la segunda tanda porque están mostrando un buen nivel. Espero una liga muy competida.