OPLAN nuevos aires para los botes vizcainos en la ARC-1. Después de muchos años de proyectos consolidados y de ver siempre a un bote del territorio en la pelea por ascender a la Eusko Label Liga, estos clubes comienzan una época de cambios, de proyectos novedosos con diferentes objetivos pero que quieren crecer para asentarse en la parte alta. Arkote es el único que mantiene una tendencia similar a la de los últimos años y presenta una tripulación candidata a luchar por las banderas. Los otros dos representantes de Bizkaia son la otra cara de la moneda. Deusto comienza un nuevo proyecto lleno de jóvenes valores salidos de la cantera y su rendimiento será una incógnita, por su parte, Busturialdea regresa a la segunda categoría de remo del Cantábrico y tratará de eludir los puestos de abajo. En una liga sin un claro dominador y muchos frentes abiertos por todos los objetivos, las dudas empezarán a despejarse a partir de este domingo cuando arranque la competición en Pasaia.

En este año de cambios para los equipos de Bizkaia en la ARC-1, Arkote es la excepción. Es el tercer año del proyecto liderado por Gorka Etxeberria y quieren que en esta tercera oportunidad llegue el premio tan perseguido. "Nuestro objetivo es intentar estar cerca de las banderas, luego ya si podemos estar más arriba o más abajo nos lo dirán las regatas", comenta el técnico de la Plentziarra. Las sensaciones que trasmite el bote son más que positivas y en los descensos invernales su rendimiento ha sido alto, llegando a codearse en alguna ocasión con botes de la Eusko Label Liga y clasificándose como el mejor de la ARC-1. "En invierno hemos andado ahí arriba y algunas veces hemos quedado los primeros de la ARC-1. Ahora toca corroborar eso. Siempre es difícil ganar alguna regata, pero estamos con ganas de hacerlo", añade.

Otro de los clubes que está acostumbrado a vivir en ese lugar de honor donde las banderas se tocan con la yema de los dedos es Deusto. Sin embargo, este año será distinto para los tomateros. Es un relevo generacional. Quince bajas obligaron a realizar una potente reconstrucción y ahí la cantera tuvo un peso vital. "Después de tantas bajas, cualquier club tiene que cerrar la persiana. Nosotros ahí estamos. Tenemos una cantera amplia, con casi 160 fichas, cada año sale algún chaval y por eso podemos tirar", cuenta Gerardo Ranero, que vuelve a hacerse cargo del primer equipo tras unos años en la B. El objetivo de la Tomatera será muy diferente al de años anteriores, aunque el aprendizaje para sus remeros será enorme en la exigente categoría. "El primer objetivo y el principal tiene que ser evitar el descenso. A esta gente le hacía falta un par de años para estar ahí, pero los toca ser los veteranos con 22 o 23 años", añade el entrenador del bote bilbaino.

Una de las novedades de este año en la ARC-1 será la presencia de Busturialdea. La trainera de Elantxobe y Mundaka dominó el curso pasado la ARC-2 y logró el ascenso con autoridad. El primer objetivo se cumplió al mantener el bloque y ahora toca dar el siguiente paso. "El objetivo después de haber subido es mantenernos ahí y todo el trabajo que hemos hecho hasta ahora tratar de sacarlo", afirma Luis Salvador. La principal incógnita para el técnico es saber el lugar real de la embarcación, al no tener claras referencias debido a que son nuevos en la categoría: "Descensos malos no hemos hecho en invierno y estamos con ganas. Pero tenemos que esperar a que empiece la temporada para ver en que posición estamos".

resto de equipos

Además de los equipos vizcainos, la ARC-1 presenta una buena cantidad de traineras capaces de pelear por los puestos altos. Entre ellas, aparecen nombres clásicos como San Juan, San Pedro, Castro Urdiales o Pedreña. También quieren dar que hablar los filiales de Orio y Hondarribia, aunque a priori su lucha debería estar en la salvación. Entre todos ellos, el gran favorito será Zarautz, que viene de la Eusko Label Liga y espera mantener el ritmo de esa competición para regresar a la máxima categoría a la primera oportunidad.

Las regatas

Arkote quiere estar en la lucha por las banderas; Deusto y Busturialdea aspiran, al menos de inicio, a evitar el descenso