A semana que separa las dos jornadas de la Bandera de La Concha se vive de una manera especial. Son días diferentes, de mariposas en el estomago y mezcla de nervios e ilusión. Entrenamientos en los que se mezcla la responsabilidad por tratar de mejorar todo lo posible, con las ganas de que llegue lo antes posible el domingo. Todos estos sentimientos se magnifican cuando la victoria está en juego y en Santurtzi se encuentran en ese escenario. Los remeros de la Sotera sienten que están ante su gran oportunidad, hace mucho que el club santurtziarra no estaba tan cerca de la bandera en la cuadrilla preparada por Iker Zabala y en el pueblo. Los aficionados se acercan a observar al entrenamiento y a comprar camisetas para animar a su embarcación. Mientras, entre los remeros la moral es alta y están convencidos de que remontar los menos de dos segundos que les separan de Hondarribia es posible.

El buen ánimo es palpable en el entrenamiento de Santurtzi. El pasado domingo cumplieron con el primer objetivo y salieron con vida en la lucha por la bandera. La distancia ahora es mínima, de solo un segundo y setenta y cuatro centésimas, y eso hace que la moral aumente. “Al equipo le veo fenomenal. La semana pasada ya lo veía así y esta semana está siendo parecido. Se palpa que hay mucha ilusión y ambición y con eso normalmente se suele llegar muy lejos. Luego saldrá lo que saldrá en el agua, pero a priori veo al equipo muy bien”, apunta Iker Zabala. Las horas se hacen lentas y el calendario no avanza con la velocidad habitual. La mente se va al domingo y todos tienen ganas de que llegue la segunda jornada, los veinte minutos en los que plasmar todo el trabajo realizado. “Estas semanas se hacen largas y quieres que llegue el domingo ya. Tenemos cosas que mejorar, que pulir y es una semana ilusionante”, reconoce Gorka Aranberri.

La mente es uno de los aspectos clave en esta semana. En el aspecto físico el trabajo ya está realizado con anterioridad y ahora solo queda afinar lo máximo posible para brillar en la regata decisiva. “Realmente el trabajo ya está hecho y ahora toca pulir para brillar el fin de semana. Tratar de corregir algunos detalles que hemos visto que se pueden mejorar y dar el último toque”, comenta Ander Zabala. Son unos días en los que la cabeza “va a mil”, como indica Aranberri y por ello mantenerse con el punto justo de motivación es fundamental. “Hay que estar motivados y psicológicamente frescos de cara a hacerlo lo mejor posible el domingo”, añade el preparador físico y remero de la Sotera.

El segundo y las setenta y cuatro centésimas es la frontera que separa a los santurtziarras del éxito. Esa remontada está en la mente de los integrantes de la SoteraEl propio Iker Zabala confía en que la trainera estará a la altura de ello este domingo y para ello se agarra a lo realizado en la primera jornada: “El domingo andaríamos muy muy cerca de nuestro cien por cien y creo que los factores externos nos perjudicaron un poco, por eso estamos por detrás. Seguimos vivos. Esta es una regata en la que generalmente sales de la primera jornada sin opciones a la bandera y este año el ramillete es más amplio”.

Una de las fortalezas de Santurtzi es la mezcla de remeros jóvenes con veteranos. Gente que conoce a la perfección lo que se vive en estos días y bogadores que añaden esa frescura e ilusión propias de las primeras veces. Esta fórmula es una de las partes del éxito de este proyecto e Iker Zabala espera que vuelva a dar resultado una vez más: “Tenemos un equipo con gente curtida en mil batallas, en mil fracasos y que han sabido renacer. Eso el joven lo palpa y lo que hace es seguir la estela del veterano. Estamos un poco por detrás, somos conscientes de que hay que remontar y vamos serenos”. Uno de esos veteranos y que vive su primera temporada en Santurtzi es Gorka Aranberri. El patrón zarauztarra ganó la primera de sus cinco Conchas en 2011, pero eso no hace que el nerviosismo propio de estos días desaparezca: “Se vive igual que las primeras. Ahora con más edad igual tienes más quehaceres en casa y no estás pensando en la regata las 24 horas, pero sí que se nota ese nerviosismo y esas mariposillas en el estomago debido a las ganas que hay de que llegue el domingo”.

Esa ilusión que se vive dentro de la cuadrilla santurtziarra también se traslada al pueblo. “Se palpa que hay muchas ganas y hambre. Pero la euforia está por fuera, todavía no hemos hecho nada”, apunta Iker Zabala. Este hambre aumenta aún más en los remeros que son de la localidad, un buen grupo de bogadores que crecieron soñando con remar algún día en la Sotera y ahora tienen la oportunidad de ganar la regata más prestigiosa. Entre ellos se encuentra Ander Zabala: “Lo vivo de una forma especial. Parece ser que se está llegando a culminar el sueño que arrancó todo esto hace cinco años. Nos planteábamos volver a lo de hace cuarenta años. La liga la tenemos encaminada y en La Concha tenemos más opciones que nunca”. El sueño de un grupo que apura los entrenamientos de esta semana con la ilusión y la ambición como armas.

“Al equipo lo veo fenomenal. La semana pasada ya lo veía así y estos días es parecido”

Entrenador de Santurtzi

“Se nota el nerviosismo y esas mariposillas en el estomago debido a las ganas que hay”

Patrón de Santurtzi

“Realmente el trabajo ya está hecho y ahora toca pulir todo para brillar el fin de semana”

Remero de Santurtzi