La temporada de Fórmula 1 arrancará hoy, con el Gran Premio de Austria, con las mismas sensaciones con las que concluyó la anterior: Mercedes sigue siendo el rival a batir, dado que hoy ocupará las dos primeras posiciones de la parrilla de salida, con Valtteri Bottas como poleman y secundado por su compañero de equipo y vigente campeón, Lewis Hamilton, a 122 milésimas del mejor crono; además, la única escudería que se muestra con opciones de superar a los monoplazas alemanes sigue siendo Red Bull, y en concreto las manos de Max Verstappen. El holandés, tercero ayer, al igual que como concluyó el campeonato anterior, es la esperanza para el cambio de tendencia en 2020. El estímulo de Mad Max es que hoy saldrá a correr como ganador de las dos últimas ediciones en el circuito Red Bull Ring -el año pasado frenó aquí la racha en el inicio del curso de ocho victorias seguidas de Mercedes- y lo hará con una táctica atípica.

Y es que Verstappen, a 538 milésimas de la pole, arrancará con neumáticos más duros que el resto de pilotos del Top 10, con el compuesto medio. Su estrategia diferirá de la propuesta de Mercedes, dispondrá de un primer stint más largo. Asimismo, hoy amanecerá con la esperanza de que se cumplan las previsiones meteorológicas del ascenso de las temperaturas, lo cual podría beneficiarle en la pugna por un triunfo que se antoja en manos de unos de los dos equipos que coparon el pasado Mundial, un debate que ya comenzó antes de ver la primera bandera a cuadros, ya que Red Bull denunció el viernes el sistema de dirección con doble eje (conocido como DAS) de Mercedes, el cual fue aprobado ayer. Triunfo de Mercedes en el garaje y en los despachos.

“Estoy contento de ser tercero, y tenemos neumáticos distintos para empezar. Va a ser interesante”, expresó Verstappen, a pesar de que indicó que “los Mercedes estaban a un nivel distinto a nosotros”. Respecto al apartado mecánico, los pilotos de las flechas negras se proyectaron satisfechos. “Estoy muy impresionado, es un coche increíble”, valoró Bottas, tras firmar su duodécima pole. Unas palabras amenazadoras para la parrilla. Ver la porte del finlandés, su expresión en un tipo gélido como él, no es buena señal para los rivales. Hamilton, que venía de encabezar las tres sesiones de entrenamientos libres, respaldó el discurso: “Parece que demostramos año tras año que somos el mejor equipo. Creo que es porque somos abiertos de mente y la gente no tiene miedo a decir que estamos equivocados cuando lo estamos, por eso todos los años volvemos”. Es cierto, están de vuelta. Y otros, sin embargo, quizá diluyan demasiado temprano sus aspiraciones.

Porque Ferrari sorprendió con su mediocridad. El coche italiano más adelantado fue el de Charles Leclerc, séptimo, a 0,9 de Bottas. “No creo que haya un milagro en la carrera”, desengañó el monegasco. Mientras, Sebastian Vettel empezó a ofrecer argumentos de por qué la Scuderia ha optado por el divorcio para 2021: saldrá undécimo. Fue lo más llamativo de la jornada desde el aspecto negativo.

En clave positiva, lo más asombroso fue la cuarta plaza de Lando Norris con McLaren, escudería que verá a su otro piloto, Carlos Sainz, partir desde la octava pintura. “Ha sido un día muy bueno para el equipo”, dictaminó el madrileño. Si bien, en su caso dijo haber padecido “problemas de balance, sobre todo en las curvas rápidas”.

También resulta ya evidente que Racing Point, cuyos coches ahora se apodan Los Mercedes rosas, dará guerra. Checo Pérez descorchará el estreno del año desde la sexta posición. Su compañero, Lance Stroll, partirá desde la novena, delante del debutante con Renault, Daniel Ricciardo.

Con todo, hoy despierta una temporada que ofrece a Hamilton la posibilidad de auparse como el piloto más laureado de la historia. Por un lado puede igualar los siete títulos mundiales de Michael Schumacher; por otro, el británico puede convertirse en el autor de más victorias, ya que está a siete conquistas del récord de 91 que guarda el alemán. Por de pronto, Hamilton ya ha encontrado a su primer rival para el campeonato, y ese maneja el mismo arma, el “increíble” Mercedes, como apuntó Bottas, a quien ayer se le puso cara de Nico Rosberg, el único piloto que durante los últimos seis años de dominación de la fábrica alemana ha sido capaz de arrebatar la corona a Hamilton y que, por supuesto, corría junto al inglés en Mercedes, el equipo que empezará 2020 desde donde acabó en 2019, al mando de la Fórmula 1.

Parrilla de salida