No lo llames break dance, llámalo breaking. Es la petición que hizo el Comité Olímpico Internacional (COI) cuando decidió incluir a este deporte en su programa de París, con el objetivo de modernizar el evento y atraer la atención de un público joven que se estaba alejando. Ya lo introdujo en los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018, a modo de testeo, y el resultado fue sobresaliente: una audiencia de más de un millón. Así, cinco décadas después de su nacimiento en los sótanos del barrio neoyorquino del Bronx, el breaking debutará hoy en una cita olímpica. 32 elegidos, 16 mujeres y 16 hombres, intentarán no solo hacerse con una medalla histórica por ser la primera, sino también mostrar al mundo que se trata de una modalidad de naturaleza dinámica que trasciende el deporte debido, sobre todo, a su relevancia cultural y a su significado artístico. Porque los b-boys y las b-girls, como se conocen a los competidores, no bailan. Se expresan. Y lo hacen con giros infinitos, contorsiones circenses y un profundo sentido del ritmo que exteriorizan a través de las batallas.
Porque en el breaking, algo así como la gimnasia rítmica urbana, no se compite por rutinas o ejercicios. Sino por batallas. En ellas, dos oponentes combatirán por conseguir la mejor puntuación de los jueces, en turnos de aproximadamente un minuto donde tendrán que demostrar sobre una base –que desconocen hasta el momento en el que la pincha el DJ– creatividad, habilidad, precisión y musicalidad. Es decir, ganará quien realice la mayor variedad de movimientos de una forma limpia y controlada, adaptándose a las pulsaciones de la música e intentando siempre exhibir los pasos más complejos. Cabe destacar que en el breaking callejero la victoria la determina los aplausos de los asistentes, pero para evitar favoritismos o patriotismos, en los Juegos se ha optado por la imparcialidad de cinco jueces.
De esta forma, el breaking debutará hoy (16.00 horas) en una cita olímpica y lo hará con la categoría femenina. Esta, al igual que la masculina que se desarrollará mañana (en el mismo horario), se estructurará en una primera ronda en la que las b-girls danzarán en cuatro grupos de cuatro y, después, a partir de los cuartos, las batallas serán de una contra una en la que las ganadoras irán avanzando hasta la final. Hay que subrayar que toda la competición se desarrollará en una única jornada, en algo más de cinco horas, por lo que la resistencia física se antoja primordial para optar a medalla.
Los nombres a seguir
No habrá representación vasca ni estatal en el debut en unos Juegos del breaking, pero sí que acudirán a París dignos representantes de este nuevo deporte olímpico. Así, en categoría femenina, la lituana Dominika Benevic, más conocida como B-Girl Nicka, llega de ganar el Campeonato del Mundo celebrado el año pasado y se presenta como máxima candidata al oro con el permiso de las japonesas Ami, bicampeona del mundo en 2019 y 2022, y Ayumi, que logró el mismo título en 2021; y la neerlandesa India, que se colgó el metal dorado en los Juegos Europeos de 2023. Respecto a la categoría masculina, esa que se desarrollará íntegramente mañana, el b-boy estadounidense Victor arriba defendiendo el trono del último mundial. Pero también habrá que tener en cuenta al canadiense Phil Wizard, campeón del mundo hace dos años; y el japonés Shigekix, que fue bronce en los mencionados Juegos de la Juventud de 2018.