La última imagen de Francia en una Eurocopa es el penalti fallado por Kylian Mbappé en la tanda de penaltis de los octavos de final de 2021 contra Suiza; otra ocasión perdida, como la final fallida de 2016 entre el lamento de Antoine Griezmann y la frustración de la selección más favorita de todas, que empieza el torneo ante Austria. Mbappé, el fichaje del verano, ya anunciado su paso del PSG al Real Madrid, entra en juego en Alemania 2024. Todos los focos lo apuntan, toda la presión lo rodea, todas las expectativas desbordan la puesta en escena del fenómeno francés, que aún no ha alcanzado su dimensión en la Eurocopa, como tampoco lo hizo Francia.

Atrás la vorágine de su futuro, confirmado su fichaje por el Real Madrid, también superado el golpe sufrido en el penúltimo amistoso ante Luxemburgo que lo mantuvo renqueante unos días, cuidado al máximo por el cuerpo técnico, Mbappé está listo para debutar esta noche ante Austria, al igual que todos y cada uno de sus compañeros, incluidos Kingsley Coman, tras sufrir faringitis, y Aurelien Tchouameni, previsiblemente, baja los últimos duelos.

En la edición de 2016 aún no había debutado como internacional Mbappé, cuando Francia, en su país, llegó hasta la finalâ Y la perdió: 1-0 ante Portugal con el gol de Éder en el estadio Saint Denis de París. No le bastaron los cinco goles y las dos asistencias de Griezmann en el recorrido imponente de Francia, ya con Didier Deschamps como seleccionador, de cinco victorias y un empate hasta aquella final.

El jugador total del Atlético también lo es en Francia. Un líder sobre el terreno, que apunta a esa posición más como centrocampista, enlace, creador y distribuidor que como finalizador, tras su campaña con algunos altibajos con el equipo rojiblanco. Empezó a tope, bajó al final y terminó con 24 goles.

Enfrente, Austria, sin David Alaba, su capitán, sobre el campo. La baja del defensa del Madrid es sumamente importante para su país.