AS temporadas le van cayendo a Juan Carlos Marco, Marquitos (Bilbao, 1969), con la naturalidad de un entrenador que se sabe arropado y muy querido por los suyos. "No podría haber aguantado tantos años sin mis ayudantes Joseba Lobato, Joseba Abanzabalegui y Txerra, como sin el apoyo de mi mujer y mis hijos. Cuando las cosas van mal, si no tienes el respaldo de casa, tu cuerpo técnico y tu presidente, es imposible", advierte el técnico del Santutxu. Suma ya 14 cursos en Tercera en el humilde banquillo de Mallona, 401 partidos. Suma sigue. A los que habría que añadir los 68 partidos en División Honor. Palabras mayores. "Cada año es más complicado porque desde la Federación a los clubes nos lo ponen más difícil. El año pasado, la pandemia con dos grupos y seis descensos, el anterior sin descensos, lo puedo entender. Pero este año, que otra vez haya seis descensos más arrastres porque quieren dejar 16 equipos para la temporada que viene... Vamos a parecernos a los juveniles, con grupos de 16. A mí me parece pobre que haya 16 equipos en Tercera. Podían haberlo dejado en dos más. Y hacer los descensos en dos años, cuatro y cuatro", comenta.

Este entrañable e histórico club bilbaino, presidido por Mitxelo, hace encaje de bolillos para mantenerse en la categoría y Marquitos sigue en su puesto de entrenador con una fácil receta. "Yo hago lo que me gusta. Estoy en el club en el que trabajo a gusto, cerca de casa y mientras me divierta y las cosas vayan bien voy a seguir. Son números. Es muy difícil conseguir tantas temporadas seguidas. Es complicado. Mientras haga las cosas bien, los objetivos se cumplan y el presidente quiera, ahí seguiremos", aventura Marquitos.

Pero no todo son palabras bonitas. También hay detractores que critican que los de Mallona hacen un fútbol demasiado directo y sin apenas concesiones. "Cada uno tiene que jugar con lo que tiene y con lo que hace. El que es valiente y apuesta por eso y lo hace siempre, me parece bien, pero mucha gente especula con cosas y habla de muchas situaciones de sus equipos donde no es la realidad. En el fútbol, una diagonal, un centro al área y un remate es tan bonito como dar 40 toques al balón. Cada uno tiene su punto de vista pero yo me apunto a otro carro y defiendo otra idea de fútbol que no es esa", explica el técnico del Santutxu.

como en casa

Todo estaba predestinado en la vida futbolística de Juan Carlos Marco. Nació y se crió en el barrio, el bautizo, la comunión y su boda fue en la Basílica de Begoña. A unos 300 metros de Mallona, su lugar de trabajo. De momento, no se le pasa por la cabeza dejar su pasión. "No me he parado a pensar en eso. Solo pienso en el partido del Lagun Onak de este domingo. Intentar hacer un buen resultado y que los chavales sean competitivos. Lo que sí es verdad es que todas las temporadas acabo muy cansado. Mentalmente es muy duro. Me siento con Mitxelo, no quedamos ni en el club, tomando un kalimotxo, charlamos un rato y vemos cuál es la siguiente idea que tenemos. De momento me veo con fuerzas y voy a seguir por lo menos hasta el domingo que viene. Luego, ya veremos", finaliza Marquitos, toda una institución en el Santutxu y en el fútbol vizcaino.

"Estoy en el club en el que trabajo a gusto y mientras me divierta y las cosas vayan bien, voy a seguir"

Entrenador del Santutxu