Después de cortarse el pelo, la sucesión de vídeos del club y su gris reestreno contra el Espanyol, Antoine Griezmann se somete hoy miércoles al recibimiento de su afición en el Wanda Metropolitano en un plebiscito sobre la vuelta del atacante francés aprovechando el estreno europeo frente al Oporto.

Abroncado en sus dos visitas más recientes a ese campo (su placa de leyenda rojiblanca apareció con basura y ratas de peluche en 2019), ambas con el Barcelona, ahora regresa al estadio de nuevo con la camiseta del Atlético, la misma que defendió durante un lustro, de 2014 a 2019, con la que ganó tres títulos y con la que marcó 133 goles en 257 partidos para ser el quinto mejor de la historia.

Y la misma que abandonó en julio de 2019 para marcharse al Barcelona por los 120 millones de euros de su cláusula de rescisión (el Atlético exigía 200 millones), en un fichaje que se sostuvo en secreto hasta mediados de mayo, hasta que la prensa lo descubrió y el club rojiblanco lo confirmó a través del propio Griezmann.

"Lo que queremos de Griezmann es que sea el futbolista que siempre fue; un jugador importantísimo, con jerarquía, con talento y con gol. Y, seguramente, habrá que trabajarlo como todos los compañeros en su lugar de juego y que esté preparado para 30, 90 o 60 minutos. Lo que el equipo lo llame", explicó ayer Diego Simeone, que no aclaró si el delantero galo será titular ante el equipo luso.

Porque con más recursos que nunca a sus órdenes, Simeone vuelve a abordar un desafío todavía imposible, que el Atlético gane la Champions. Las tres finales perdidas, dos con el técnico argentino, la última en 2016, resuenan con fuerza cada vez que retoma tal empeño el conjunto rojiblanco. Enfrente, el Oporto llega con toda la pólvora y la única baja del portero argentino Marchesín,

Por su parte el Real Madrid, el gran dominador de la competición con trece copas de Europa, inicia en San Siro frente a un remozado Inter de Milán el reto de volver a reinar en la Liga de Campeones ante el poderío de proyectos millonarios, con el hombre de la décima, Carlo Ancelotti, al mando.

Con las bajas de los laterales izquierdos Ferland Mendy y Marcelo, de Toni Kroos en el centro del campo o Gareth Bale en el tridente, la atención se centra en el estado de David Alaba, llamado a liderar la zaga madridista, y el mejor momento de Vinicius.

El Inter llega a la cita tras una revolución, con los traspasos de Romelu Lukaku y Achraf Hakimi y la salida del técnico Antonio Conte.