A falta de gol, buenos son los regalos. Y así, gracias a un obsequio de Sömmer, el guardameta suizo, que resbaló en el momento clave, España sumó su segunda victoria en la Liga de Naciones. Lo hizo en un partido gris, de control, toque y paciencia. Aburrido, vaya. Un duelo donde los de Luis Enrique tuvieron el balón, pero no las ideas. Con presión, pero sin peligro. Sin brillantez. Pero aún así, la selección estatal mantiene el liderato del Grupo G de la Liga de Naciones, aunque vio disminuido el efecto Ansu Fati y solo pudo ganar con el obsequio rival y el sacrificio grupal.

Porque Suiza fue un oponente incómodo que impidió que mostrase su identidad. Faltó posesión con criterio, triangulaciones y generación de espacios, fluidez en su fútbol. Luis Enrique prolongó un rejuvenecimiento del bloque con un ataque en el que Oyarzabal parecía veterano con 23 años. Regresó la figura del falso nueve y a sus espaldas unos chicos sobrados de descaro: Ansu Fati, Ferrán Torres y Dani Olmo. Apenas disfrutaron de la opción de encarar en uno contra uno. Lo intentó Ansu en el escenario donde se lució ante Ucrania para convertirse en una realidad de la selección absoluta. Pero solo lo consiguió una vez. Así que el duelo quedó condicionado por un error. A los 14 minutos del pitido inicial, la duda del central suizo, el pase al centro del portero y el resbalón de Xhaka se convirtió en un regalo en bandeja. Mikel Merino robó, la cedió y Oyarzabal no perdonó.

Sin embargo, la incomodidad de España había provocado que segundos antes de sentir el viento soplando a favor, De Gea le salvase con una gran parada. Velocidad suiza al contragolpe ante una zaga descolocada. Balón al segundo palo donde Loris Benito, libre de marca, ajustó su disparo al palo sin esperar el vuelo salvador de un portero que brilla con continuidad con la selección para enterrar antiguas dudas.

La apuesta ofensiva de Luis Enrique en su dibujo no encontró el premio en su ejecución. La acumulación de hombres de Suiza de centro de campo hacia atrás se atragantó. El exterior del poste había evitado el doblete de Oyarzabal, que se encontró el balón encima a un despeje del portero y no pudo definir. Le faltó velocidad con balón. Ansu no pudo explotar la suya y la solución fue Adama Traoré. El terremoto Adama. En su primer balón se marchaba de tres rivales con velocidad de atleta y una conducción de balón perfecta. Le metió la chispa que le hacia falta al partido y por minutos fue referencia de todos.

Sin respiro ni gol

Con todo, España no sintió alivio hasta el pitido final en su defensa de liderato porque fue incapaz de sentenciar. Ha rebajado sus números goleadores de golpe. Merino perdonaba con todo para marcar tras encontrar un balón muerto tras un córner, Ramos en otro remataba tres veces y acababa pidiendo mano, y la única para Gerard Moreno la mandó arriba.

ESPAÑA: De Gea, Jesús Navas, Sergio Ramos, Pau Torres, Gayá, Busquets, Mikel Merino, Dani Olmo (Min. 57, Canales), Ferrán Torres (Min. 88, Rodri), Ansu Fati (Min. 57, Adama Traoré) y Oyarzabal (Min. 73, Gerard Moreno).

SUIZA: Sommer, Widmer (Min. 86, Gavranovic), Elvedi, Schär, Ricardo Rodríguez, Loris Benito (Min. 81, Zuber), Xhaka, Sow (Min. 60, Vargas), Freuler (Min. 86, Fernandes), Mehmedi (Min. 60, Shaqiri) y Seferovic.

Gol: 1-0: Min. 14; Oyarzabal.

Árbitro: Ali Palabiyik (TUR). Amonestó a Mikel Merino por España; y a Schär y Freuler por Suiza.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera jornada de la Liga de Naciones, disputado sin público en el estadio Alfredo di Stéfano.