LEGANÉS: Cuéllar; Rosales, Awaziem, Tarín, Siovas, Jonthan Silva; Ruibal, Amadou, Rubén Pérez (Min. 85, Recio), Kevin Rodrigues (Min. 22, Bryan Gil) (Min. 86, Avilés); y Guerrero (Min. 62, Roque Mesa).

VALENCIA: Jaume; Wass, Paulista (Min. 73, Kang-In Lee), Diakhaby, Costa (Min. 64, Cheryshev); Coquelin (Florenzi, m.64), Parejo, Kondogbia (Min. 46, F. Torres), Guedes; Maxi Gómez y Gameiro (Mi. n86, Sobrino).

Gol: 1-0: Min. 17; Rubén Pérez de penalti.

Árbitro: Melero López (Comité andaluz). Amonestó a Wass, Roque Mesa, Ruibal, Awaziem, Recio. Expulsó por roja directa a Jonathan Silva (m. 54) y Alberto Lam, jefe de los servicios médicos del Leganés (m. 80).

Incidencias: Butarque, a puerta cerrada.

- El Leganés continuó agarrándose a sus pocas opciones de salvación con una victoria épica contra el Valencia, que jugó casi toda la segunda parte con uno más y llegó a fallar una pena máxima.

Afrontaban los locales la cita habiendo sumado ante rivales directos cuatro puntos de los últimos seis. Pedírsela en adelante cuando hasta el final de temporada tenían que ganar como mínimo dos partidos de tres ante el Valencia, el Athletic y el Real Madrid parecía demasiado. Y sin embargo rompieron los pronósticos para salir valientes.

Eso sí, quizás el guión hubiera cambiado si a los siete minutos Guedes no se hubiera encontrado con el larguero en un latigazo desde larga distancia cuya trayectoria desorientó al guardameta Iván Cuéllar.

La vencida llegó a la tercera cuando un cabezazo prolongado por Siovas en el interior del área tocó en la mano de Kondogbia, quien había dejado el brazo atrás. Asumió la responsabilidad, porque en la situación del Leganés cualquier acción de este tipo lo es, Rubén Pérez. Y, brazalete en el hombro, engañó a Jaume antes de celebrar la diana con rabia.

Sin embargo en una campaña tan accidentada como está siendo la de los blanquiazules, rara vez hay alegría sin castigo. Poco después se lesionó Kevin Rodrigues, de los mejores jugadores de la plantilla.

Del paso por vestuarios volvió el Valencia engalanado con su joya Ferrán Torres en lugar de Kondogbia. Había aroma a drama en un anfitrión que suele ponerse febril cuando le acaricia la más mínima brisa. El temor no era infundado ya que a los pocos minutos Jonathan Silva se pasó de revoluciones en una entrada por detrás que fue castigada con tarjeta roja tras acudir Melero López al VAR.

La herramienta tecnológica fue también decisiva para señalar un penalti a favor de los de Voro por mano de Tarín cuando los madrileños estaban embotellados en su área. Le pegó Parejo y detuvo Cuéllar en una intervención que se celebró desde el banquillo casi como un gol. Y a partir de ahí resistió la fortaleza del Leganés al acoso constante.