Bilbao - Por primera vez en su historia, Euskal Selekzioa se enfrentará a una campeona del mundo. Argentina, que luce dos estrellas doradas en su camiseta, jugará contra la selección vasca en San Mamés el próximo 13 de octubre. Un rival de lujo. Después de meses de conversaciones con los dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y de que estos hayan rebajado el caché, la Junta Directiva de la Federación Vasca de Fútbol, que al principio de las negociaciones con la AFA se había mostrado reticente, aprobó ayer por la tarde en una asamblea las condiciones que exigían los miembros de la albiceleste. Será un partido histórico, que se jugará en un horario aún por determinar -se barajan las 12.00 o las 17.00 horas-, en el que saldrá a escena de nuevo el equipo de Javier Clemente en fechas FIFA. Con una buena entrada en La Catedral y con los derechos de televisión se espera recuperar la inversión.

El reclamo de Argentina supone un salto cualitativo en la hoja de ruta por la oficialidad. Aunque Leo Messi, el mejor futbolista del planeta, no podrá estar en Bilbao por la sanción de tres meses que le impuso la Conmebol después de acusarla de “corrupta” en la pasada Copa América tras caer con polémica en las semifinales ante Brasil, el combinado dirigido por Lionel Scaloni es seguro que presentará un plantel de calidad. Kun Agüero, Paulo Dybala, Lautaro Martínez, Giovani Lo Celso o Mauro Icardi son habituales en la lista del seleccionador. Además, cuatro días antes de jugar en Bilbao, Argentina reeditará en Dortmund las finales de los Mundiales del 1986, 1990 y 2014 frente a Alemania. Un amistoso de campanillas que seguro que Scaloni preparará con mimo con los mejores jugadores que pueda citar dentro de mes y medio.

El objetivo de la Federación Vasca de Fútbol es convertir de nuevo a San Mamés en una bombonera con la tricolor como protagonista. Después del fiasco que supuso el partido que Euskadi disputó ante Túnez en las navidades de 2016 en el coliseo rojiblanco, con tan solo 15.000 personas en las gradas, Euskal Selekzioa regresará a la capital vizcaina para intentar repetir el ambiente de las grandes ocasiones. No hay que echar mucho la vista atrás para recordar los llenos en la vieja Catedral cada vez que el combinado vasco jugaba el tradicional partido de final de año.

Con todo, la dificultad de convencer y vencer en los despachos para que se hagan realidad las citas de envergadura que persigue el ente presidido por Luis Mari Elustondo es mayúscula. La FVF, así como la Dirección de Deportes del Gobierno vasco, apuesta desde hace tiempo por hacerse hueco en las fechas FIFA, como lo hacen los combinados con Estado. Un camino nada fácil para Euskadi, que la primera vez que jugó en estas ventanas fue en 2006, en el histórico encuentro en el Camp Nou ante Catalunya. El escenario ha variado en el último año, ya que la tricolor ha disputado dos amistosos en las jornadas reservadas para las selecciones internacionales: En octubre de 2018 ante Venezuela, en Mendizorrotza, las gradas del campo gasteiztarra presentaron un gran ambiente festivo y reivindicativo, con goleada local incluida, 4-2; y el pasado mes de mayo, ante Panamá, a domicilio, en el estadio Ro-mmel Fernández, con un 0-0 final en un terreno de juego duro y con un intenso calor que no invitaban a la práctica del fútbol.

una convocatoria de primer nivel La cita ante Argentina será el segundo partido de Javier Clemente al frente de Euskal Selekzioa. El exentrenador del Athletic, entre otros equipos, debutó en Ciudad de Panamá con una lista de circunstancias, completada con varios jugadores del Bilbao Athletic para llegar a los 18 hombres. Aritz Aduriz, que ante Argentina podría disputar su último partido con Euskadi, Asier Illarramendi y Mikel San José fueron los que capitanearon el grupo.

El hecho de que el amistoso estuviera programado una vez acabada la competición oficial no ayudó a que Clemente pudiera reclutar a los mejores futbolistas vascos que están en condiciones de acudir a la llamada de la tricolor. No hay que olvidar que algunos clubes, sobre todo los que no son vascos, suelen poner bastantes pegas para ceder a sus jugadores. Está por ver qué pasará con la próxima convocatoria, porque Clemente no ha ocultado que quiere contar con los mejores. A los que probablemente no podrá citar es a Kepa Arrizabalaga, Iñigo Martínez y Mikel Oyarzabal, habituales con la selección española, que en el parón de liga de octubre es probable que sean convocados por Robert Moreno para los compromisos ante Albania y Macedonia, valederos para la clasificación para la Eurocopa 2020, un torneo en el que San Mamés será una de las doce sedes del viejo continente.